Nada detiene la caravana de migrantes centro y latinoamericanos

11:13 | Martes 23 de Octubre de 2018 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Poco a poco, unos 7.000 centroamericanos, en su mayoría hondureños, que partieron de San Pedro Sula el pasado día 13, lograron llegar a Tapachula, la principal ciudad de la frontera sureste de México, a 35 kilómetros de la línea limítrofe.

En esta urbe la mayoría de los indocumentados rechazaron los albergues a pesar de que se les ofreció atención médica, abrigo y comida caliente y se dispersaron por plazas y calles de la urbe, donde la gente les entregaba agua, fruta y otros alimentos.

Según la organización no gubernamental Save The Children, los hondureños, salvadoreños y guatemaltecos eludieron los alojamientos porque temen ser detenidos y porque además están totalmente saturados.

La ONG señaló que 1 de cada 4 integrantes de la caravana son niñas, niños y adolescentes. La Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) también desplegó ayuda en la zona con algunos de sus miembros para hacer un censo de las necesidades que sufren los menores de edad. "ES fundamental garantizar que los niños permanezcan con sus familias en condiciones dignas, en espacios que no los prive de su libertad", dijo Herminia Jiménez, coordinadora de Save The Children en Tapachula.

El contingente ahora estudia la siguiente fase para reanudar su marcha, aunque 1.028 solicitaron refugio, según informó el ministerio de Gobernación, el cual indicó que el viernes recibió 343 peticiones, el sábado 339 y el domingo 346. Aún permanecen algunas personas sobre el puente del caudaloso río Suchiate en espera de que los atiendan los empleados del Instituto Nacional de Migración para procesar sus solicitudes de asilo.

El avance de la caravana sigue irritando fuertemente al jefe de la Casa Blanca Doanld Trump que muy temprano señaló que se trata de una "emergencia nacional". Trump anunció a través de Twitter que "comenzará a recortar o reducir sustancialmente las sustanciales ayudas otorgadas a Guatemala, Honduras y El Salvador".

Además, acusó a los tres países centroamericanos de no ser capaces de detener el flujo de personas que quiere entrar en forma ilegal a Estados Unidos. Acusó también a la policía y el Ejército de México de ser "incapaces de detener la caravana", en la cual denunció que "criminales están mezclados con desconocidos de Medio Oriente".

En otro de sus mensajes, Trump alertó a la guardia de frontera y al ejército ante la caravana de migrantes centroamericanos que se dirige hacia la frontera entre Estados Unidos y México y definió la situación como una "emergencia nacional".

Sin importar el sol de plomo y las temperaturas de hasta 33 grados centígrados imperantes en la zona, los centroamericanos ni siquiera pudieron ser contenidos por la barrera de policías desarmados, en su mayoría mujeres, que se interpuso a medio camino, antes de llegar a Tapachula y las cuales optaron por custodiar su marcha.

Hacia Sudamérica, los migrantes venezolanos tampoco detienen la marcha. Mes a mes, miles de latinos emigran a Venezuela, Brasil y Argentina, como nunca antes en la historia lo habían hecho.