Sociedad

El carnaval de un pequeño pueblo argentino, protagonista en el mundo

Lo definen como el gran carnaval artesanal. Una tradición con influencias italianas en la pampa.

Viernes 22 de Febrero de 2019

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11:23 | Viernes 22 de Febrero de 2019 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Lincoln, una localidad de la pampa argentina a 300 kilómetros de Buenos Aires, estrena este año su esperado título de "Capital Nacional del Carnaval Artesanal" con una nueva edición de la fiesta popular, que ya tiene casi un siglo de historia y convoca cada año a miles de personas para presenciar desfiles de carrozas y muñecos con reminiscencias del célebre Carnaval de Viareggio.

Las celebraciones -que reúnen a decenas de miles de personas en esta ciudad famosa el resto del año por la calidad de sus lácteos y quesos- comenzaron a mediados de febrero y seguirán hasta el gran cierre previsto para el fin de semana que concluye con el Martes de Carnaval (del 2 al 5 de marzo).

"Es algo único, hay que verlo al menos una vez en la vida", asegura "Batata" Fernández, uno de los artesanos que cada año dan vida, tras un minucioso proceso, a los personajes de cartapesta distintivos del Carnaval de Lincoln.

La fiesta tiene una larga historia: allá por 1889, cuando las infinitas llanuras de la provincia de Buenos Aires empezaban a poblarse de inmigrantes llegados de toda Europa, aparecen los primeros registros de los festejos carnavalescos.

Algunos años más tarde se produjo el giro decisivo, y tiene nombre y apellido: el de Enrique Urcola, un artista plástico que empezó a confeccionar sus motivos de carnaval a los 16 años. Su primera creación -como se cuenta en el pequeño museo de Lincoln que hoy homenajea su obra- fue al comienzo de los años 20 y sobre el hallazgo de la tumba de Tutankamón, una noticia que sacudió la actualidad de la época incluso en las remotas pampas.

Su talento le permitió llegar a la Escuela de Artes Decorativas de la Nación, en Buenos Aires, entre 1926 y 1932: durante esos años, trabajó también como escenógrafo en el Teatro Colón porteño, uno de los templos de la lírica mundial. "¿Puedo venir a mirar?", preguntó el joven recién llegado a Buenos Aires cuando se acercó al teatro. Así lo cuenta su hija, hoy a cargo del Museo Urcola, y agrega: "A la semana lo contrataron, cuando vieron su talento".

En el Colón perfeccionó la técnica de la cartapesta, una artesanía italiana por la cual se superponen capas de papel con pegamento para formar objetos de caprichosas formas y gran durabilidad. Según la tradición, los artesanos de cartapesta del Colón eran oriundos de Viareggio, cuyo carnaval es famoso por los carros construidos por esta técnica, e impresionaron a Urcola por las posibilidades creativas y la facilidad de transporte del resultado final. Terminada su carrera, Urcola quiso regresar a Lincoln, motivado por el deseo de guiar a los jóvenes en las artes plásticas. Y fue en su pueblo natal donde, en 1928, construyó el primer carro de cartapesta que inauguró el Carnaval de Lincoln.

"Peliculeros" -tal el nombre de la carroza- transportaba muñecos enormes que movían la cabeza y saludaban al público, activados por invisibles marionetistas. Fue el comienzo de una tradición imparable que llamó incluso la atención de Enrico Vannucci, uno de los más antiguos constructores de carros de cartapesta del Carnaval de Viareggio, en la Toscana italiana.

Vannucci visitó Lincoln y supervisó los trabajos de los desfiles el año pasado en la ciudad, que aspira en el futuro a contar con una escuela dedicada al arte de la cartapesta y a editar un libro de homenaje a los trabajos de Urcola.

Luis Pérez es carrocero, y uno de los herederos de los primeros artesanos de Lincoln: "Ahora -cuenta- hay más amistad que rivalidad entre los competidores; antes se trabajaba a puertas cerradas, muy celosamente, y solo se veía el trabajo de los demás el día del desfile".

"Pero hoy es diferente, los chicos ya van viendo por Internet y empiezan a aprender por su cuenta, tienen más herramientas cuando se acercan y empiezan a trabajar con vos", agrega. El Carnaval de Lincoln atrae también a Carlos Carrizo, oriundo de la vecina provincia de La Pampa, para quien la fiesta "es parte de su vida". "No me imagino vivir sin esto. Cuando tuve que elegir qué hacer, si trabajar más (como veterinario, NDR) o dejar el carnaval, acomodé el trabajo y la vida para seguir haciendo el carnaval".

Ahora, todo está listo para que los próximos fines de semana Lincoln vuelva a brillar con sus carnaval hecho de carrozas, cabezudos, batucadas, comparsas y atracciones mecánicas. Habrá también noches temáticas musicales, del tango al folklore y el rock, en gran escenario con pantallas led, un techo lumínico que recubre el corsódromo, una Peña de Carnaval y una Feria de Artesanos.

Y siempre bajo la premisa del humor que inspira cada una de las carrozas y comparsas, que cada año presentan una renovación constante de los muñecos y trajes, inscribiendo al carnaval de Lincoln bajo el signo de la tradición pero también de la innovación.

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2 COMENTARIOS

cecilia schweitz

| Viernes 06 de Marzo de 2020

que hacen con las marionetas y otros despues del carnaval ? los venden ? pueden hacer trabajos a persona que lo soliciten ?

Ricardo raul

| Domingo 24 de Febrero de 2019

Nacido en Lincoln. Hace muchos años que vivo en la Rioja.. les puedo asegurar que no hay carnavales como los de mi ciudad natal..Lincoln. provincia de Buenos Aires.

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