09:01 | Miércoles 13 de Marzo de 2019 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Pasaron veinte años, 10 meses y dos semanas para cerrar una herida que parecía incurable. La casa de Baltimore todavía esperaba el regreso de Crystal, una joven que desapareció a los 14 años años, en 1997. La espera se hizo interminable, hasta que un día el teléfono sonó. Del otro lado se encontraba su otra hija, quien le aseguraba que tenía un llamativo mensaje en su cuenta de Facebook.

En algún punto, Cynthia no quería llenarse de esperanzas que derivaran en otra decepción. Sin embargo, cuando vio la foto de perfil en la red social no dudó: la mujer de la foto tenía los mismos ojos, la misma sonrisa y los mismos dientes que su hija perdida. No obstante, los 19 años de ausencia también llegaron con un cambio rotundo.

Crystal tenía una nueva identidad. Ya no llevaba el apellido Haag, sino Saunders. Además, tenía cuatro hijos, había aprendido a hablar en español y hasta se cambió la fecha real de su nacimiento.

La cabeza de Cynthia no paraba de pensar. ¿Qué pasó por la cabeza de su hija de 14 años ese 26 de abril de 1997 para abandonar su hogar y fugarse por prácticamente dos décadas? Esa pregunta estaba muy cerca de tener una traumática respuesta.

“Quedate cerca de casa hoy“, le había pedido a Crystal su madre antes de irse a trabajar a una casa de comida rápida dentro de Baltimore. Sin embargo, la niña no pudo mantener su palabra y decidió huir. ¿Por qué? Un vecino la abusaba sexualmente y lo había hecho desde que ella tenía 9 años.

Con la idea de que su madre sabía de los ataques de este hombre, la joven de 14 años se fue sin dejar rastros. Ese día de abril salió con sus amigos hasta la media noche y luego tomó un micro rumbo a Nueva York.

UNA NUEVA IDENTIDAD

Crystal se instaló en el barrio del Bronx y allí cambió su documento. Para parecer más grande corrigió la fecha de su nacimiento y así pasó de tener 14 años a 23. Tampoco conservó su apellido, ahora se llamaba Saunders y para conseguir dinero empezó a trabajar como empleada doméstica.

Al poco tiempo quedó embarazada del primero de sus cuatro hijos que crecieron en medio de una comunidad de dominicanos, por lo que aprendió a hablar con fluidez el español.

LA DOS CARAS DE LA MONEDA

Mientras Crystal transitaba con felicidad su nueva vida, su madre estaba muerta en vida. La mujer había dejado de festejar la Navidad y no quería salir de su casa. Del otro lado, en el Bronx, Saunders celebraba su falsos cumpleaños. “Felices 40 años para mí“, se la ve feliz en su Instagram, aunque en realidad tenía 31.

REENCUENTRO

Desde el año 2010 la búsqueda de Crystal fue dada por concluida por parte de la policía de Baltimore. Ahora solamente quedaba un milagro que pudiera acercar a las dos partes de esta historia.

Fue un día de marzo de 2018 cuando Bianca, la hija mayor de Cynthia, recibió el mensaje de Crystal en Facebook. Esa misma jornada partió rumbo a Nueva York para reencontrarse con su hermana perdida y tras casi 20 años volvieron a estar cara a cara.

“Todavía eres mi que pequeña niña“, le dijo Cynthia a su hija mientras le daba un fuerte abrazo de bienvenida. “Es como encontrar a una persona totalmente nueva. Se fue como una niña, pero volvió como adulta. Pero sólo quiero quererla como es“, dijo su madre.