Quilmes: condenan con una pena de 21 años a un parricida que masacró a su padre y a su madrastra

08:14 | Jueves 14 de Marzo de 2019 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Un hombre de 35 años fue condenado a 21 años de prisión por asesinar a mazazos a su padre y a su madrastra, cuyos cuerpos enterró en el jardín del fondo de su casa, en Florencio Varela, un doble homicidio que el sujeto habría cometido para robar cerca de 100 mil pesos que la pareja tenía ahorrados.

Luis Ramírez -fanático de los cementerios, donde solía pasar momentos de su tiempo libre- vivía con su padre y la pareja de este, en una propiedad de la calle Bucarest al 700. La relación con ambos era mala, a punto tal que, hacia fines del mes de noviembre de 2016, el joven masacró con una maza a Apolinario Ramírez y a Norma Verjes, los dos de 70 años.

Para ocultar los cuerpos, el criminal cavó un pozo en el jardín de la casa y los arrojó adentro. Luego, los cubrió con tierra y puso unas tablas y chapas encima. Una semana después, Ramírez le confesó a una amiga suya lo que había hecho y se justificó al decir que “un poco se lo merecían”.

La joven, al día siguiente, se presentó en la Comisaría 1era. de Florencio Varela y denunció lo que Ramírez le había confesado. Varias patrullas fueron hasta la casa del sospechoso, pero ya no se encontraba allí. Durante varios días el homicida permaneció prófugo, hasta que los investigadores de la DDI Quilmes interceptaron un llamado telefónico que le hizo a su hermana, en el que le confesaba que estaba en Tucumán y que iba a regresar en micro a Buenos Aires.

Finalmente, el sujeto fue detenido en la terminal de la ciudad de San Nicolás y quedó detenido con prisión preventiva. Ayer al mediodía se hizo efectiva su condena, cuando el Tribunal Oral Criminal (TOC) Nº 3 de Quilmes lo sentenció a 21 años de cárcel por los delitos de “Homicidio calificado por el vínculo” y “Homicidio criminis causa”.

Los magistrados creen que el verdadero motivo de Ramírez para matar a su padre y su madrastra no fue la mala relación que mantenía con ellos, sino una suma de dinero que la pareja tenía ahorrados. De acuerdo a lo que se ventiló en el juicio, el imputado, a los pocos días de cometer el doble crimen, compró un Renault Clio color rojo, modelo 1994, y una guitarra.