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Hace 20 años que se estableció la fecha especial, pero en la Argentina todos los días son buenos para probar nuevas versiones del manjar clásico.
Viernes 11 de Octubre de 2019
11:17 | Viernes 11 de Octubre de 2019 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
El dulce de leche está tan arraigado en la cocina argentina que cuando alguien confiesa que no le gusta (así, como si fuese un delito) es posible que se encuentre con miradas de sorpresa. De hecho se volvió uno de los ingredientes de la marca país, y no es de extrañarse que cada provincia tenga su producto particular.
El manjar local -que es una herencia criolla de origen poco claro- fue adaptado a helados, postres y repostería, y de un tiempo a esta parte salieron al mercado las versiones con agregados, que son una suerte de sinceramiento en el gusto del consumidor tras años de mezclar en un bol el dulce de leche con crema, chocolate o queso blanco.
De hecho fue por los agregados que las marcas de dulce de leche regionales ganaron espacio en un mercado dominado por los frascos "premium" y los potes de repostero y clásico de las grandes marcas.
Por eso este 11 de octubre, al ser el Día Mundial del Dulce de Leche, es una buena oportunidad para buscar opciones poco clásicas pero muy populares que se producen lejos de los confines de la Ciudad.
Escuela Agrotécnica Salesiana "Don Bosco" con crema, a $275 el frasco de 840 grs. es pura suavidad y untuosidad. El kilo clásico en envase de cartón está a poco más de $300, y encontrarlo en la Ciudad de Buenos Aires (se fabrica en 25 de Mayo) siempre es una buena noticia.
Cantón de las Sierras con ron y pasas, un manjar hecho en Villa General Belgrano, Córdoba, que en la web y en la Ciudad de Buenos Aires se consigue a $230 el frasco de 450 grs. De intensidad suave y fácil de untar, parece ideal para, digamos, intercalar en una torre de panqueques.
Cabaña San Marcos con chocolate, a $250 el frasco de 400 grs. este manjar de Merlo, San Luis, tiene la particularidad de estar hecho con leche de cabra, por lo que su sabor es más intenso que el promedio, y es un plus para los intolerantes al azúcar de la leche vacuna. De paso está certificado como apto para celíacos.
Luz Azul, hecho en Azul, provincia de Buenos Aires, es una opción accesible a $64 el pote de 400 grs., un precio que es posible porque la empresa que lo produce no tiene intermediarios. Su versión repostera contiene agar agar, la gelatina vegetal, por lo que es suave y de buen cuerpo. El producto se puede comprar en los 22 puntos de venta que se pueden chequear vía web.
San Ignacio, el clásico nacido en Rosario, Santa Fe, cumplió 80 años en 2019 y todavía encanta al público local, y al de América, Europa, Asia y Oceanía, porque se exporta a 22 países. En Argentina un pote de 400 grs. ronda los $100 y se consigue en cualquier supermercado. Tal es nuestra suerte.
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