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Reino Unido: La reina Isabel II presentó el plan del gobierno en la semana más difícil del Brexit

Como es tradición, leyó ante el Parlamento el discurso escrito por el Ejecutivo, atrapada en las batallas por la salida de Europa.

Lunes 14 de Octubre de 2019

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09:20 | Lunes 14 de Octubre de 2019 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Pompa, circunstancia, un aire falsamente medieval y el más oportunista y efímero de los discursos del plan de gobierno de la reina Isabel, atrapada incómodamente en la batalla del Brexit. La soberana anunció este lunes desde la Cámara de los Lores que el Brexit será aprobado por el Parlamento y que las relaciones con Europa serán amistosas tras el divorcio. Aunque todos dudan que un acuerdo va a existir para el próximo sábado, cuando se reúna la Cámara de los Comunes.

El discurso de la reina, la jefa del gobierno, fue la excusa para suspender el Parlamento para prepararlo y este lunes fue la razón para reiniciar sus sesiones. El “proroguing” (suspensión del Parlamento) y el debate del discurso va a impedir que haya tiempo para un serio debate sobre el Brexit y los diputados deben sesionar el próximo sábado para conseguirlo.

Ni la dorada carroza, ni los magníficos seis caballos blancos ni la tiara ni el manto de armiño ni la corona por primer vez en un almohadón por su enorme peso pueden ocultar la fragilidad de la propuesta, con 26 leyes que el gobierno de Boris Johnson redactó para la soberana, cuando puede haber una elección anticipada en pocas semanas en su reino. Fue un manifiesto electoral conservador, basado en ley y orden, más el servicio de salud británico.

Isabel II y Camilla, la duquesa de Cornwall./ AFP

Isabel II y Camilla, la duquesa de Cornwall./ AFP

El gobierno de Su Majestad perdió cada batalla parlamentaria y no tiene mayoría. No sabe si va a poder o no conseguir un acuerdo para el 31 de octubre si no cede, pide una extensión a la UE y probablemente puede caer en un voto de confianza. Tiempos inusuales para una nonagenaria reina en otro “annus horribilis”, como ella caracterizó el de los diferentes divorcios familiares royals.

En medio del caos del Brexit, de la división irremediable del país, de la fractura entre parlamentarios y electores, esta ceremonia busca reafirmar a una soberana y su intemporalidad, un pilar más allá de las negociaciones en Bruselas y la grieta “british” entre pro y anti europeos.

La corona de Estado es llevada a la Casa de los Lores. / AFP

La corona de Estado es llevada a la Casa de los Lores. / AFP

La reina ha visto desfilar imperturbable a 14 primeros ministros. Nadie supo hasta ahora de qué hablaron en su audiencia semana. Pero ella detesta estar sufriendo una situación inconfortable como esta, cuando la Corte Suprema sentenció que su decisión de suspender el Parlamento -por sugerencia de Boris Johnson- era “ilegal y vacía”, con precisa exclusión jurídica de su responsabilidad.

En un pueblo que ha perdido la fe en sus políticos, la única institución segura para ellos es la monarquía y especialmente, esta soberana.

Por primera vez desde 1924 , el discurso de la reina puede ser enmendando o derrotado en el debate parlamentario que seguirá en la Cámara de los Comunes. La oposición lo considera “un show del gobierno” para frenar el debate del Brexit y sus posibles legislaciones alternativas.

En la Cámara de los Lores, la soberana entró acompañada por el príncipe Carlos y su esposa Camilla, en otro paso de una monarquía en transición hacia el próximo soberano. El príncipe Felipe, duque de Edimburgo, se ha retirado de la vida pública. Los Lores la esperaban con sus capas coloradas y cuellos de armiño, como en el siglo XVI, y sus pelucas empolvadas.

La reina llegó acompañada por su hijo Carlos. /AFP

La reina llegó acompañada por su hijo Carlos. /AFP

Cuando el “black Road” fue a buscar al Speaker de la Cámara de los Comunes para informarle que la reina lo espera, el diputado Denis Skinner gritó: ”No ahora, querida”.

“Mi gobierno siempre ha tenido como prioridad asegurar la partida de Gran Bretaña de la Unión Europea el 31 de octubre” fue la primera frase de la soberana, que explicó que el nuevo vínculo estaría basado en el “libre comercio y la amistosa cooperación”. Una ley va a ratificar el acuerdo entre Gran Bretaña y la Unión Europea.

Una ley para frenar la libertad de movimientos, que garantiza el vínculo con la Unión Europea, se aplicará desde el 2021 y se instalará un nuevo sistema de inmigración por puntos.

Isabel II lee el discurso. / AFP

Isabel II lee el discurso. / AFP

Una serie de leyes para condenados y criminales fue anunciada por la soberana. Una legislación que introduce sentencias más duras para delincuentes extranjeros que tratan de regresar a Gran Bretaña tras ser deportados, es una de las 26 leyes presentadas por la reina. Hay 400 casos por año.

Una agenda de ley y orden impulsada especialmente por la ministra del Interior, Priti Patel, una Brexiteer dura y de ultraderecha. También se rechazará la liberación a condenados que no quieren revelar donde se encuentran sus víctimas.

El Parlamento en pleno escucha a la soberana. /AFP

El Parlamento en pleno escucha a la soberana. /AFP

“Mi gobierno defenderá el comercio mundial”, dijo la reina, tras la partida de la Unión Europea.

El primer ministro Boris Johnson escuchaba encantado el discurso al lado de la líder liberal demócrata Jo Swinson, que ha prometido combatir al Brexit. El Speaker de la Cámara de los Comunes, John Bercow, participó por última vez en la ceremonia. Ha presentado su renuncia y se irá el 31 de octubre. Un discurso altamente político pronunciado por una soberana , redactado para una campaña electoral inminente, que se apoya también en nuevas leyes ecológicas.

Existe la real posibilidad que la oposición vote contra el programa legislativo del gobierno, que será puesto a votación tras varios días de debate. Una situación que reduce el tiempo que tienen los legisladores para debatir el divorcio europeo pero que fue cuidadosamente organizado por Downing St con ese objetivo.

El plan de gobierno es una agenda ambiciosa, que nunca probablemente se aplique porque una elección en Gran Bretaña es inminente. La selección de temas del gobierno para el discurso es un manifiesto electoral conservador.

La reina podría no haberlo leído y derivar esta responsabilidad al príncipe Carlos. Isabel II ha querido mantener su histórica imparcialidad y reafirmar sus obligaciones, aun en tiempos tormentosos para su reino.

Así comienza la más crucial semana británica después de la Segunda Guerra Mundial.

El martes el negociador europeo Michel Barnier dirá a los ministros europeos si existe o no la posibilidad de un acuerdo. El jueves y viernes se reúne el Consejo de Europa, donde los jefes de estados analizarán su respuesta.

Pero la suerte del gobierno de Boris Johnson se juega en el Parlamento británico el sábado, cuando deba pedir una extensión de negociación a los europeos si no consigue un acuerdo y se resista a hacerlo.

Puede haber un voto de confianza, perderlo, terminar en la Corte Suprema de Justicia. La reina deberá convocar a elecciones anticipadas o pedirle al laborista Jeremy Corbyn​, que sufre un conspirativo golpe en su contra, ser el próximo primer ministro.

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