Sociedad

Joven asiste a una modelo que vende fotos y videos eróticos por las redes sociales y responde a sus clientes haciéndose pasar por ella

William dedica gran parte de su día en publicar el contenido de una trabajadora sexual virtual. “Le tengo que responder a los hombres aparentando ser ella”, contó el joven de 24 años.

Sábado 25 de Marzo de 2023

246013_1679792815.jpg

22:03 | Sábado 25 de Marzo de 2023 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

William no posee grandes exigencias, pero sí algunas condiciones que debe cumplir. El joven de 24 años, que vive con sus padres, las aclara de entrada: “Te pido por favor que no pongas mi apellido ni para quién trabajo”.

Su tarea consiste en asistir a una trabajadora sexual virtual en la venta de contenido erótico que realiza a través de sus redes sociales. “Actualmente, no estudio ni tengo otro trabajo. Sí he hecho otras ‘changas’. Por ejemplo, ayudé a otras colegas a borrar contenidos”, explicó.

“Mi trabajo es extenso. Consta de responder mensajes (tanto en redes sociales como de mensajería) y mails. También tengo la función de tuitear en determinados horarios, mandar mensajes masivos por OnlyFans y postear en dos plataformas de venta de contenidos, de las cuales me llevo una comisión de las ventas”, detalló.

Sin ánimo de quitarle magia al asunto, William confesó que su labor también la realizan otros hombres y otras mujeres, no solo en Argentina sino en el resto del mundo. El joven aseguró que la creciente oferta de perfiles que comercializan contenido sexual generó este puesto, que libera, al menos por un rato, a la modelo o el modelo de interactuar con sus seguidores.

“También hago armado de packs, tanto de fotos como videos. Edito y hago trailers para vender. Por otra parte, me encargo de avisarle a mi jefa los vencimientos de los suscriptores de Telegram Vip, un canal que ofrece una suscripción que se abona mensualmente”, reveló.

En cuanto a las exigencias de la joven que lo emplea, William sostuvo: “Me recalca que sea proactivo, que piense ideas de contenido, tanto como para vender como para que ella realice”.

En relación a las dinámicas de las publicaciones, el joven indicó que “se establecen previamente de acuerdo a lo que pida la dueña del contenido”. William agregó: “Debido a mi experiencia, ya sé qué clase de cosas postear y qué vocabulario utilizar. Aunque, en ocasiones, me pide que postee algo en específico”.

“Le tengo que responder a los hombres aparentando ser ella. La idea es que sea lo más auténtico posible, para que crean o se imaginen, que hablan con la modelo”, explicó William.

“Al principio me impactó, me costó mucho ponerme en los zapatos de ella. Yo empecé con Instagram, que es la red social vidriera, y me abrumó la cantidad de mensajes. Hay ciertas atribuciones que se toman los hombres y piensan que solo por subir determinado contenido pueden ser impunes a decir ciertas barbaridades”, reflexionó el joven.

Sin embargo, aclaró: “Hoy en día lo normalicé, como hacen la mayoría de las mujeres, pero hay días en particular que me afectan mucho esos mensajes”.

 

William sostuvo que lo mejor de su trabajo es, sin dudas, la posibilidad de “estar en casa, tranquilo, y trabajar desde la cama”. También dijo que ser parte de ese mundo le permitió “abrir más la cabeza en cuanto a lo que viven las mujeres de manera cotidiana en las redes sociales. Me ayudó a empatizar más con ellas. He conocido personas maravillosas en este ambiente”.

A la hora de reflexionar sobre lo peor, enfatizó en el agotamiento mental que conllevar dedicarle entre ocho y nueve horas por día a este tema. “Hay semanas que son muy movidas, donde se multiplican los clientes, que muchas veces son impacientes e irrespetuosos. Leer comentarios negativos sobre el físico de la modelo también me afecta”.

 

<

Top Semanal

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

LOCALES

NACIONALES

INTERNACIONES

DEPORTES

SOCIEDAD

FARÁNDULA