Panorama Político: La presión de la tasa impositiva y la crisis hídrica golpean al oficialismo

07:13 | Martes 17 de Diciembre de 2024 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

El cierre del año 2024 encuentra al oficialismo riojano enfrentando dos crisis que pocos anticipaban y que hoy generan profundo malestar social: la polémica Ordenanza Tarifaria e Impositiva 2025 y la emergencia hídrica en la provincia. Ambas problemáticas han golpeado duramente tanto al gobierno municipal de Armando Molina como al provincial de Ricardo Quintela, exponiendo tensiones internas y debilitando su vínculo con sectores clave de la sociedad.

La Ordenanza Impositiva: entre el rechazo y la presión fiscal

El Centro Comercial e Industrial de La Rioja ha encendido las alarmas al exigir públicamente que se vete la Ordenanza Impositiva 2025, argumentando que los incrementos desmedidos en las tasas municipales—un 294 % anual—están asfixiando al comercio local y golpeando la economía de las familias riojanas. El planteo no solo revela el descontento del sector privado, sino que también pone en jaque al municipio capitalino, acusado de falta de diálogo y transparencia en sus políticas fiscales.

El intendente Armando Molina enfrenta críticas no solo por las subas impositivas, sino también por su supuesta inacción para consensuar medidas que equilibren las necesidades de recaudación con las urgencias del sector productivo. La tensión amenaza con derivar en acciones legales por parte de los comerciantes, quienes denuncian un esquema tributario que fomenta el cierre de negocios y la informalidad.

Emergencia hídrica: una crisis sin soluciones inmediatas

En paralelo, la crisis del agua ha profundizado el malestar ciudadano, con sectores enteros de la Capital, especialmente la zona oeste y Las Talas, sufriendo cortes prolongados y dependientes de camiones cisterna para abastecerse. El titular de Aguas Riojanas, Roberto Valle, ha sido claro: la sequía extrema y la histórica bajante del acueducto de Sanagasta son fenómenos climáticos que superan cualquier inversión previa. Sin embargo, para los vecinos, la falta de planificación a largo plazo y la ausencia de obras estratégicas alimentan una percepción de negligencia por parte del gobierno provincial.

Las restricciones de suministro, sumadas al pedido de usar el agua «solo para lo esencial», han caldeado los ánimos en barrios que acusan desigualdad en el acceso. Aunque se han anunciado perforaciones adicionales, el alivio llegará demasiado tarde para mitigar los efectos de esta crisis en el corto plazo.

Impacto político: un fin de año inesperado

Nadie en el oficialismo provincial o municipal imaginaba terminar 2024 enfrentando estos dos conflictos de alto impacto. La presión fiscal y la crisis hídrica tocan fibras sensibles de la sociedad riojana: el comercio, como motor económico local, y el acceso al agua, un derecho esencial. Ambos problemas han generado críticas transversales que no distinguen colores políticos, pero que encuentran en el oficialismo a su principal blanco.

Con un año electoral a la vuelta de la esquina, estas crisis ponen en jaque las aspiraciones políticas tanto de Molina como de Quintela, quienes deberán mostrar capacidad de respuesta para evitar un desgaste irreversible en su imagen pública. Si bien el oficialismo ha intentado justificar las medidas y acciones tomadas, el reclamo ciudadano por soluciones reales y urgentes se ha convertido en una prueba de fuego que marcará el rumbo político de 2025.