Problemas de salud, muertes y denuncias: el lado oscuro del año 2024 de la realeza europea

14:37 | Lunes 30 de Diciembre de 2024 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

A lo largo de 2024, varias casas reales europeas enfrentaron situaciones que demostraron las tragedias y polémicas que rodean a la realeza, deslumbrando así que el poder y la fama no garantizan una vida sin dolor y escándalos. 

Este año, varios reyes, príncipes y princesas debieron atravesar por enfermedades, disputas familiares y denuncias de agresión, dejando una huella en los medios de comunicación de todo el mundo, reflejando que por más de que quieran esconderlos, los problemas de los royals siempre salen a la luz. 

La salud de la realeza europea: un año de enfermedades y secretos

El 2024 comenzó con una serie de noticias de salud que sacudieron a la realeza británica. El 17 de enero, Kate Middleton, princesa de Gales, fue ingresada en The London Clinic para someterse a una operación abdominal, lo que generó un clima de misterio y especulación. 

Apenas nueve días después, su suegro, el rey Carlos III, también fue hospitalizado en el mismo centro para una operación de próstata, pero a diferencia de Middleton, se ofrecieron detalles sobre su intervención y se le vio ingresar y salir del hospital.  De esta forma, la falta de información sobre el estado de salud de la princesa llevó a que surgieran rumores sobre su posible separación del príncipe William y otras teorías, como que una doble estaba reemplazándola en sus escasas apariciones públicas. 

Mientras tanto, Sarah Ferguson, exesposa del príncipe Andrés, revelaba en enero que padecía cáncer de piel, noticia que la sorprendió tras haber terminado recientemente un tratamiento para el cáncer de mama.

Sin embargo, la sorpresa más grande llegó el 22 de marzo, cuando Kate Middleton rompió el silencio y admitió que estaba luchando contra un cáncer y recibiendo un largo tratamiento de quimioterapia, misma noticia que habría informado sobre su propio estado el rey Carlos algunos meses antes. Así, este acto de sinceridad calmó las especulaciones y ofreció un respiro a la familia real, aunque la falta de transparencia inicial había dañado la imagen pública de la institución.

Polémicas familiares de la realeza europea

Las controversias familiares también han marcado el año de la realeza. Por su parte, el príncipe Andrés, hermano del rey Carlos III, se vio nuevamente envuelto en el escándalo Epstein, que resurgió en enero cuando su nombre apareció en documentos judiciales sobre el caso de abusos sexuales y orgías con menores, lo que reavivó el escándalo en torno a su figura.

Aunque el caso había sido archivado en 2022, la publicación de estos nuevos documentos obligó a Carlos III a tomar medidas para desalojar a Andrés de su residencia en Windsor, lo que derivó en una tensa disputa entre los dos hermanos.

A la par, el príncipe Alberto de Mónaco enfrentó otro tipo de escándalo cuando Claude Palmero, su exdirector financiero, publicó una serie de graves acusaciones en Le Monde. Según Palmero, Alberto gastaba grandes sumas de dinero en sus amantes y la princesa Charlène, por su parte, derrochaba fondos en lujos personales.

Denuncias y agresiones en la realeza europea:  tragedias personales y violencia familiar

Las reinas y príncipes de Europa también se vieron afectados por denuncias y agresiones. Uno de los casos más impactantes fue el protagonizado por el príncipe Leka de Albania, quien se grabó a sí mismo durante un violento altercado con su exmujer y su exsuegro, mientras visitaba a su hija.

En este sentido, las imágenes, que se filtraron en redes sociales, mostraron una confrontación violenta, en la que el príncipe fue insultado y golpeado con un trozo de madera. El incidente llevó a Leka a presentar una denuncia, pero las imágenes, en lugar de quedar en manos de la policía, terminaron circulando en internet.

Otro escándalo que sacudió a la familia real noruega fue la detención de Marius Borg, hijo de la princesa Mette-Marit, quien fue arrestado en agosto por agredir a su exnovia. Posteriormente, Marius confesó los abusos y el consumo de alcohol y drogas. Su situación empeoró cuando, en noviembre, fue detenido nuevamente por acusaciones de violación y agresión física a tres exparejas. Este escándalo supuso un gran golpe para la familia real de Noruega, que se vio obligada a enfrentar el doloroso escándalo en los medios.

Por otro lado, a finales de octubre, otro miembro de la realeza noruega, Durek Verrett, esposo de la princesa Marta Luisa, fue acusado de agresión sexual por un hombre en Suecia, quien presentó la denuncia por un incidente ocurrido en 2015. Verrett, que contrató a un abogado para defenderse, se vio envuelto en una situación mediática delicada.

Las muertes que afectaron a la realeza británica

La realeza europea también vivió numerosas pérdidas en 2024. En febrero, la familia real británica sufrió la repentina muerte de Thomas Kingston, esposo de Gabriella Windsor, prima del príncipe William y Harry. Su fallecimiento a los 45 años fue inesperado y estuvo rodeado de misterio, ya que no se proporcionaron detalles sobre la causa de su fallecimiento.

En otra casa real, en marzo, la familia del rey Felipe VI de España sufrió otra pérdida significativa: Fernando Gómez-Acebo, primo del rey y sobrino de Juan Carlos I, falleció a los 49 años tras una larga lucha contra la insuficiencia respiratoria crónica. El dolor continuó en agosto cuando Juan Gómez-Acebo, hermano de Fernando y primo de Felipe VI, murió a los 54 años debido a un cáncer que no pudo superar.

En Marruecos, el rey Mohamed VI vivió el dolor de perder a su madre, Lalla Latifa Amahzoune, a los 78 años, en junio. También, en julio, la reina Sofía de España sufrió la pérdida de su querido tío, el príncipe Miguel de Grecia, quien murió a los 90 años y con quien mantenía una relación muy cercana. A su vez, en diciembre, la familia real sueca enfrentó la muerte de la princesa Birgitta, hermana del rey Carlos XVI Gustavo, quien falleció a los 87 años en Mallorca.

De esta forma, el 2024 ha sido un año complicado para varias casas reales de Europa, marcadas por problemas de salud, escándalos familiares, denuncias de agresiones y trágicas muertes. Estos eventos sacaron a la luz que la vida de los monarcas, a pesar de su lujo y poder, está lejos de ser perfecta.