El gendarme intentaba ingresar por tierra a través de la frontera con Colombia para visitar a su esposa cuando fue interceptado. Su familia y abogados no tienen contacto con él.
10:09 | Miércoles 08 de Enero de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Nahuel Gallo camina algo encorvado a través de lo que parece ser un campo deportivo. Luce una barba de varios días y está vestido todo de celeste, el color que distingue a los presos bajo proceso en Venezuela para diferenciarlos de los que ya cargan con una sentencia firme, que usan el amarillo.
La imagen fue divulgada el 2 de enero por el gobierno chavista mediante una serie de videos viralizados en las redes sociales. Fue la primera prueba de vida sobre el gendarme argentino, detenido hace exactamente un mes, el 8 de diciembre pasado, tras ingresar al país por vía terrestre desde Colombia.
Desde entonces nadie sabe dónde está recluido. Ni su familia, ni sus abogados, ni el gobierno argentino. No tuvo contacto con nadie más allá de sus captores y otros detenidos. Los investigadores argentinos no lograron hasta ahora avances concretos en sus intentos de identificar dónde fueron grabadas las imágenes que se observan en el video a través de un sistema de geolocalización, dijeron a TN fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Se sospecha que estaría en la cárcel de El Rodeo, en las afueras de Caracas.
Recién un mes después de su arresto, Nicolás Maduro precisó la causa de su detención: en un discurso transmitido por la televisión nacional, acusó este lunes al gendarme de planear el asesinato de la vicepresidenta Delcy Rodríguez por orden del gobierno de Javier Milei, según afirmó. Lo hizo en vísperas de su jura por un nuevo mandato presidencial de seis años, prevista para este viernes, entre una creciente tensión interna y un aumento de su aislamiento internacional por su contestado triunfo en las elecciones del 28 de julio.
Cronología de un mes sin noticias
Hoy, Gallo es más que un rehén de un profundo conflicto político entre dos gobiernos enfrentados ideológicamente.
No está solo. El superministro del Interior y Justicia, Diosdado Cabello, el encargado de la represión poselectoral que dejó 28 muertos y 2400 detenidos, dijo que “125 terroristas, de 25 nacionalidades” fueron detenidos tras entrar al país para perpetrar “actos terroristas”.
El número incluye a venezolanos y a extranjeros provenientes de Colombia, Estados Unidos, Perú, España, Italia, Uruguay, Suiza, República Checa, Líbano, Albania, Países Bajos, Israel, Guyana, Yemen y Argentina. Gallo es el único argentino detenido en esa lista.
Muchos de ellos llevan meses bajo arresto. A otros, como los españoles José María Basoa y Andrés Martínez Adasme, detenidos a principios de septiembre pasado en el estado de Amazonas, se los mantuvo incomunicados más de un mes, virtualmente desaparecidos, a pesar de las protestas del gobierno de Pedro Sánchez.
Algunos de estos arrestos sirvieron para canjearlos por piezas claves del chavismo. El caso más conocido es el que involucró a Alex Saab, señalado como presunto testaferro de Maduro y detenido en los Estados Unidos. Fue canjeado por una decena de estadounidenses presos en Venezuela el 20 de diciembre de 2023.
Qué fue a hacer Nahuel Gallo a Venezuela
Hay dos versiones enfrentadas sobre el viaje de Gallo. Su familia y el gobierno argentino coinciden en que fue a visitar a su pareja venezolana, María Gómez, y al hijo de ambos. La mujer residió varios años en Mendoza y había viajado a Puerto La Cruz, en el este de Venezuela, por motivos familiares.
Según la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, el gendarme tenía todo en regla para visitar a su pareja y a su hijo. Contaba con el permiso de la fuerza a la que pertenece, una carta de invitación que exige el gobierno chavista y toda la documentación requerida. Incluso, la ministra hizo públicos todos estos papeles.
Pero el gobierno venezolano tiene una versión diferente. Asegura que Gallo está casado con otra mujer en la Argentina y que es mentira que haya viajado a visitar a su pareja venezolana. Al parecer, el gendarme habría estado casado antes con otra persona, de la que estaría separado. Pero sí está en pareja y tuvo un hijo con la venezolana María Gómez, según confirma la familia.
Gallo entró a Venezuela el 8 de diciembre por vía terrestre desde Colombia. Una foto divulgada por su familia lo muestra hablando con dos miembros de la fuerza de seguridad antes de ser detenido en la frontera.
El gendarme alcanzó a comunicarse con su pareja para avisarle que lo iban a someter a un segundo interrogatorio. Después, no se supo más nada de él.
Cinco días después, el gobierno argentino denunció su arresto y lo tildó de ilegal. Además, pidió su inmediata liberación. Desde Caracas, el ministro Cabello confirmó su detención el 16 de diciembre, pero sin dar otros detalles. El 18, acusó a Gallo de ser un agente de inteligencia argentino con planes subversivos.
En tanto, en la Argentina, el arresto causó una fuerte polémica en el oficialismo cuando la vicepresidenta, Victoria Villarruel, cuestionó la autorización para viajar a Venezuela dada por la Gendarmería. Bullrich la fustigó en duros términos y la acusó de utilizar el caso para “juntar likes”.
El 27, el Fiscal General de Venezuela, Tarek William Saab, entró por primera vez en escena. Acusó al gendarme argentino de planear acciones terroristas y subversivas. Pero se abstuvo de precisar su lugar de detención.
El 1 de enero, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tomó medidas cautelares en beneficio de Gallo tras considerar que se encuentra en una situación de gravedad y urgencia y que corre “un riesgo de daño irreparable”. Un día después se conocieron las primeras imágenes del gendarme en un lugar no identificado. Bullrich volvió a reclamar su liberación.
El 5 de enero, el gobierno argentino anunció que elevaría el caso ante la Asamblea General de la OEA. Finalmente, el lunes, después de casi un mes de silencio, Maduro se refirió por primera vez al caso y acusó a Gallo de viajar a Venezuela para asesinar a la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Este viernes, Maduro jurará un nuevo mandato presidencial de seis años, entre una tensión creciente por protestas opositoras y denuncias de fraude en las elecciones de julio pasado.
En ese contexto, los vínculos con la Argentina son nulos. Maduro tiene entre ceja y ceja el caso del avión venezolano de Conviasa retenido en la Argentina y enviado a los Estados Unidos por pedido de Washington a principios de 2024. Entre ambos países corrieron pedidos de captura internacionales que involucran a las principales figuras de los respectivos gobiernos. Además, las fuerzas de seguridad venezolanas mantienen un estrecho cerco sobre la residencia del embajador argentino en Caracas, donde están refugiados cinco opositores desde marzo pasado.
La disputa ideológica tuvo su punto de quiebre tras las elecciones presidenciales de Venezuela, que proclamaron a Maduro como ganador, entre denuncias de fraude. Venezuela rompió relaciones con la Argentina después que Milei no reconoció la victoria del chavismo y se alineó con la oposición. Gallo es simplemente una pieza más en un perverso juego de poder.
