Algo salió mal!

"Mi padre me inyectó HIV cuando yo era un bebé"

Cuando tenía 10 años, los cabos sueltos de su enfermedad comenzaron a atarse. Y apuntaron a su padre.

Miércoles 19 de Octubre de 2016

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17:09 | Miércoles 19 de Octubre de 2016 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Brryan Jackson tenía 11 meses cuando sus padres, luego de separarse, habían perdido totalmente el contacto. Pero cuando el entonces niño cayó en el hospital por un ataque de asma, su madre hizo una llamada que cambiaría todo.

 

A pesar de negar a su hijo, el hombre fue a verlo. "Mandó a mi mamá a la cafetería por un café, así podía estar a solas conmigo", contó Jackson en los tribunales mientras enfrentaba a su padre 24 años después.

 

Y cuando no hubo moros en la costa, Bryan Stewart, tomó una jeringa con sangre contaminada con VIH y se la inyectó. "Esperaba que me muriera, así no tenía que pagar mi mantención", explicó Jackson.

 

Su madre volvió y lo encontró gritando en los brazos de su padre. "Mis signos vitales estaban todos alterados porque no sólo me inyectó sangre contaminada con VIH, sino también incompatible con mi grupo sanguíneo".

 

Una noche, después de haberle realizado todas las pruebas habidas y por haber, su pediatra llamó al hospital y les pidió que le hicieran un test de VIH. "Cuando llegaron los resultados fui diagnosticado con sida avanzado y tres infecciones oportunistas".

 

Los médicos le dieron solo cinco meses de vida, pero Jackson comenzó a mejorar e ir a la escuela. A veces se sentía apartado de los otros chicos: "En los '90 la gente pensaba que podías pegarte el sida por usar el mismo baño. Una vez leí un texto que decía que podías contagiarte incluso por hacer contacto visual", agregó el joven.

 

"No sólo trató de matarme, sino que cambió mi vida para siempre. Él es el responsable de los abusos, de las burlas, de todos los años de hospital. Él es la razón por la que debo estar constantemente preocupado de mi salud", se lamentó Jackson.

 

Bryan no ve a su padre desde que era un bebé y no imaginó que 24 años después estaría enfrentándolo en tribunales, en Misuri, Estados Unidos. Cambió su nombre agregándole otra "R" y utiliza el apellido de su madre para diferenciarse completamente de él.

 

Cuando Stewart volvió de la operación "Tormenta del desierto" (la ofensiva aliada en la Guerra del Golfo) y cuando volvió de Arabia Saudita su actitud era completamente distinta", aseguró Jackson. Por esa época, consiguió trabajo tomando muestras para un laboratorio, comenzó secretamente a guardar en su casa muestras de sangre infectadas, algo que los investigadores descubrirían tiempo después.

 

"Solía bromear con sus colegas y decir: "Si quisiera infectar a alguien con estos virus, nunca sabrían quién lo hizo", contó Jackson.

 

(Fuente BBC)

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