Con o sin cuarentena: las economías se hunden

No hay una real dicotomía entre una cuarentena en materia sanitaria y la economía afectada por la pandemia.

En todos los lugares del mundo en que se aplicaron diferentes esquemas, la economía está en retroceso.

Aún en el Reino Unido, donde inicialmente plantearon un "inmunidad de rebaño" a costa de posibles casos exponenciales de contagios, se impuso finalmente otro esquema de cuarentena.

Hay graves cuestionamientos para Boris Johnson, pero eso queda para otro momento. Ahora se busca la solución para la pandemia. Según el FMI, el Reino Unido tendrá una caída del 6 al 7% anual, como en la Segunda Guerra Mundial.

Entonces no es tal esa dicotomía entre salud y economía. Lo que sí puede hacerse es comparar qué hace la Argentina en relación a otros países.

En la región, Uruguay y Paraguay no son comparables por ser países con poca población frente a la Argentina

Uruguay, con 3 millones de habitantes, tiene un gran núcleo urbano (Montevideo) y mucha población rural . Más comparable, por ejemplo, con la provincia de Santa Fe.

En cambio, sí es válida la comparación con Chile y Brasil.

Tienen gobiernos de centro derecha, otro signo ideológico al de Alberto Fernández.

Pero Sebastián Piñera se maneja con racionalidad. Aplicó inicialmente una cuarentena restringida para mantener cierto funcionamiento económico.

Cuando en Chile los casos se potenciaron y existió una amenaza de un colapso sanitario, impuso una cuarentena total y toque de queda.

Brasil, en cambio, tiene en Jair Bolsonaro, un presidente que toma medidas irracionales. Ya superó las 22.000 muertes y la curva sigue creciendo.

Por eso, San Pablo tiene una situación crítica. Su gobernador no solo ordenó una cuarentena sino que la semana pasada dispuso tres días de feriados para limitar la salida de las personas.

Estos ejemplos bastan para demostrar que no hay dicotomía entre la salud y la economía. Porque si la epidemia se dispara, la economía se resiente de todas maneras.

Lo que sí es válido preguntarse es cómo ayuda el Estado a las empresas privadas en problemas. Ése es un punto válido para analizar.

En la Argentina, la ayuda ha sido escasa y en muchos casos aún no ha llegado. O si llegó, es insuficiente.

Es un debate válido. Analizar la magnitud de la ayuda del Estado al sector privado. Es lenta e insuficiente.

Ésta es la pata débil o el talón de Aquiles de la actual gestión de gobierno.