Opinión

Sin reactivación no hay reelección

Miércoles 12 de Septiembre de 2018

Sin reactivación no hay reelección

Por Osvaldo Granados

Se viene el ajuste más grande de las últimas dos décadas. Algunos ganan la calle para volver al poder. Pero todavía no tienen gente. La reelección no será posible si después del ajuste no hay buenas señales.

Hace un tiempo señalamos que la economía argentina funcionaba con un pulmón artificial. Eran los 25.000 o 30.000 millones de dólares por año que pedíamos prestado al mercado internacional para llegar a diciembre.

Entonces, el ajuste se hacía en dosis homeopáticas. Nadie los apuraba. Como aves de mal agüero, salían los economistas Milei, Cachanosky, Espert y otros para decir: “bajen el gasto público”.

"El gobierno anterior llevo el gasto del 24% del PBI al 43 % y con récord de presión impositiva. Esto no aguanta”, agregaban. Pero nadie escuchaba, y en el gobierno retrucaban: “Con crecimiento el ajuste se hace solo". “Hace apenas 10 meses se ganaban elecciones”, contestaban. Una forma forma de decir,  “teníamos razón”.

Pero llegó el cisne negro. Subieron las tasas en EE.UU.,  huyeron los capitales, nos cerraron las puertas. Es decir, nos desenchufaron el pulmón artificial. Corrida cambiaria, fuerte devaluación, tasas al 60 %, mayor inflación, caída del salario. 

Tuvimos que llamar a la ambulancia del FMI y nos pusieron en terapia intensiva. Allí tenías que ir a la sala de operaciones. Entonces, tuvieron que hacer el ajuste más salvaje. Eso sí, la parte más dolorosa la pone el sector privado.

“Falta confianza”, me dice un operador bursátil. ¿ Por qué? ¿Que hicimos? Apenas algunas hiperinflaciones, un default festejado por todo el Congreso, algunas expropiaciones, juicios sin pagar, no cumplir ciertos contratos firmados, un exvicepresidente preso, ministros detenidos, una ex presidenta con varios procesos y nada más. No es para tanto.

Entrevistamos a Cristiano Ratazzi, empresario de UIA y cuando le preguntamos ¿sabía usted de las coimas? Se rió y me dijo ¿quién no? Pasó a relatarme divertido esos acontecimientos: "en la época de Menem lo llamábamos Maradona: para comenzar a hablar había que poner un diez. En la de Néstor, celular, había que poner antes de empezar a hablar un quince”. Lo que se mantenía era la impunidad.

“Las pirañas cercan al Gobierno”

Macri está atrapado por un ajuste fuerte. Algunos ganan la calle para volver al poder. Eso sí, por ahora no tienen demasiada gente para desestabilizar al gobierno.

Juan Carlos Alderete, de la corriente Clasista y Combativa dijo: “Hay sectores del kirchnerismo que están empujando a un desborde”. “Quieren que nosotros pongamos los muertos, que lo hagan ellos si se animan", desafió.
 
Gildo Onorato, de CTEP, advirtió: “Hay que evitar un 2001. Algunos le quieren prender fuego al país”. Juan Grabois, en contacto permanente con el Vaticano, dijo que el Papa no quiere derramamiento de sangre. Los jefes de las organizaciones sociales no están dispuestos a ser usados.

Sin reactivación no hay reelección 

En Argentina, si algo no puede faltar es liderazgo, no se puede mostrar debilidad. Gobernar es como caminar por un río con el agua por encima de la cintura. No te podes lastimar ni sangrar. El río está lleno de pirañas.

Las crisis debilitan, pero hoy el peronismo no es tan atractivo como en otras épocas. Lo que se viene es muy doloroso y complicado para mucha gente. El combo es así: devaluación, aumento de la inflación y recesión. Entonces aumenta la pobreza disminuye el empleo, cae el salario, crece la desigualdad y el trabajo en negro.

¿Cuanto tiempo? Mínimo seis meses.

María Eugenia Vidal intenta alguna respuesta. Unos 1.000  millones de pesos de obras públicas pasan a asistencia directa y a reforzar comedores comunitarios.

Lo que viene es uno de los ajustes más importantes de los últimos 20 años. Tendremos superávit comercial y el déficit fiscal puede llegar a cero. Pero si en marzo de 2019 no hay señales de reactivación, se pierden las elecciones.