Opinión

La grieta peronista

Jueves 18 de Julio de 2019

La grieta peronista

Por Osvaldo Granados

El candidato a presidente Alberto Fernández se convirtió en los últimos tiempos en un arquero muy exigido. Debe atajar varios penales en forma simultanea. La semana última comentamos las definiciones de Axel Kicillof sobre la necesidad de fuertes controles en el mercado cambiario. Limitar al máximo la salida de divisas. Estaba claro que volvía un cepo recargado.

Este tipo de medidas son como anunciar una devaluación varios meses antes. Se hace sin avisar. Fernández estalló en su oficina. Pocos días después, su consejero económico Guillermo Nielsen, dijo que Kicillof era ignorante y marxista. En realidad expresó públicamente lo que pensaba el candidato pero no lo podía decir. Entre los que piden un cambio en la Constitución, una Conadep para los periodistas y los que anuncian control estricto de cambios, da la sensación que trabajan para perder en octubre.

 

La elección de Kicillof como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, solo se aplaude en el Instituto Patria. Ningún intendente se siente representado. Otra vez se visualiza el eterno “choque” entre la izquierda y la derecha peronista.

Nielsen lo explico así: “El gran desafío de la izquierda fue llegar a las masas. Estas siempre fueron peronistas. Una influencia muy grande en lo intelectual, pero inoperante a nivel masas. Sectores de la izquierda plantean el entrismo, entrar al peronismo. No eran peronistas eran zurdos. Lavagna es el peronismo tradicional y Kicillof es el entrismo. Lavagna es nacionalista y peronista”.

En los 70, la lucha armada entre los dos sectores se potenciaron cuando Perón definió al entrismo como los infiltrados. Allí les dio luz verde a los que combatían con las armas. Allí el grito en la calle fue: “Ni yanquis ni marxistas, peronistas”. Sin armas más light y descafeinada, vuelve la vieja lucha que todavía no se definió en el peronismo.

“La Cámpora – señala el economista -, está más cerca de Kicillof, a pesar de que el no viene de La Cámpora”. Todo este conflicto ideológico se replicó en municipios como Hurlingham, Almirante Brown, Pilar y San Fernando donde los intendentes armaron actos con Fernández sin la presencia de Kicillof. En La Matanza aparecen afiches donde Magario y Espinosa posan solo con Cristina Kirchner.

Sergio Massa en las reuniones con su gente plantea las mismas dudas. Ademas, La Cámpora no le tiene confianza. En privado señalan que los va a traicionar. Por eso del Frente Renovador dicen: “No tenemos nada que ver con Nielsen, es íntimo de Alberto”. Algunos recordaban que el economista fue precandidato a Jefe del gobierno porteño por el Frente Renovador en 2015. La Cámpora no les cree.

¿Quién es el referente económico de Fernandez? No se sabe. ¿Cuál es la fuerza de Kicillof? Que lo apoya totalmente Cristina. Además, fue el que aconsejo a la expresidenta para poner el cepo. ¿Por qué el enojo y los insultos en el Instituto Patria? Sucede que las criticas de Nielsen son exactamente iguales a las que hizo Miguel Ángel Pichetto. Recordaban los setenta.

¿Es preocupante? Hablamos con referentes de La Cámpora. El mayor problema es el desinterés, la indiferencia de los intendentes del Conurbano ante Kicillof. Se sienten mejor con un peronista ortodoxo, abierto a la negociación política, como Alberto. De Kicillof piensan que les va a quitar poder.

Mientras tanto, el gobierno esta obsesionado por el control del dólar. Queda poco tiempo para las PASO. Hoy el Banco Central tiene mayor capacidad operativa, no tanto para utilizarlo ahora, sino también hasta octubre. Tiene mayor poder de fuego, de libre disponibilidad existen unos 25.000 millones de dólares. Ademas, ahora podrían tener una posición vendida de futuros de dólar por hasta 3.600 millones de dólares a fines de septiembre. Antes, solo 1.000 millones. Acá, el potencial sube hasta unos 6.600 millones de dólares.

Sera difícil para cualquiera. Hay dos sociedades en guerra. Aparecen fantasmas de los dos lados. Gran parte de la crisis la tiene la grieta, ésta hace que todos desconfíen del otro. Esa es la amenaza. Lo peor en estos días, apareció otra vieja grieta, esta vez dentro del peronismo. Si no se llegan a acuerdos de Estado, no habrá crecimiento. La clave es la confianza. De eso hay poco o nada. Para demostrarlo, Elisa Carrió señaló: “Lo único que le interesa a Cristina es un indulto” y deslizó, “recuerden esto, Alberto la va a terminar traicionando a Cristina”.