El diplomático compartió un video en el que repasó algunas de sus tareas en el país. “He tenido el privilegio de convertirme en el primer embajador de Estados Unidos en visitar las 23 provincias argentinas”, destacó
09:55 | Viernes 17 de Enero de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Marc Stanley se despidió formalmente este jueves de Argentina, tras sus casi tres años como embajador de Estados Unidos en el país, y lo hizo con un sentido video en el que repasó brevemente algunos de sus objetivos logrados y, sobre todo, le agradeció a los ciudadanos argentinos por el afecto recibido.
“Queridos amigos, hoy me toca despedirme de Argentina, y quiero hacerlo compartiendo un mensaje que sale del corazón. Cada persona que tuve el privilegio de conocer en este camino ha dejado una huella imborrable en mí. Me llevo recuerdos inolvidables y un profundo agradecimiento por estos tres años que transformaron mi vida”, comenzó el mensaje del diplomático que antecedió al video que publicó en la página de YouTube de la Embajada.
Y cerró esa breve presentación con algo de nostalgia anticipada: “Aunque me voy, Argentina seguirá estando en mi corazón y siempre recordaré todo lo que compartimos juntos. Hasta siempre”.
Ya en el video, tras el saludo inicial, Stanley comenzó su discurso ante la cámara: “Al llegar al final de mi labor como embajador de Estados Unidos en este increíble país, quiero tomarme un tiempo para agradecerles por los recuerdos, las amistades y los aprendizajes, que permanecerán conmigo para siempre. Durante los últimos tres años, he tenido el privilegio de convertirme en el primer embajador de Estados Unidos en visitar las 23 provincias argentinas: de Jujuy a Tierra del Fuego, la maravillosa Ciudad de Buenos Aires. He sido testigo de la asombrosa belleza, diversidad y riqueza de esta tierra. Pero, más importante aún, he llegado a comprender los valores que hacen que Argentina sea realmente extraordinaria. Su profundo compromiso con la familia y las amistades, su generosidad y su pasión por la vida”.
“La calidez y generosidad que me brindaron se extendieron también a mi esposa, Wendy, y a nuestra familia, como si fueran parte de la suya, haciéndonos sentir en casa en todos los sentidos. Y por eso estamos profundamente agradecidos”, expresó el funcionario estadounidense.
Por otro lado, destacó que durante su gestión se ha “logrado mucho”. “Desde avanzar en nuestro objetivo compartido, ‘alimentar y dar energía al mundo’, a ampliar los intercambios educativos, aumentar las inversiones estadounidenses y sentar las bases para que Argentina lidere la exploración espacial”, comenzó a enumerar.
“Nuestra asociación se ha fortalecido más que nunca. Es un vínculo construido sobre la confianza, los objetivos compartidos y una visión de lo que podemos lograr juntos”, resaltó.
Luego, entre “los inolvidables momentos culturales” que vivió, destacó por encima de todo al “Fernet con Coca”, combinación que ya había elogiado públicamente en varias oportunidades.
“Realmente ‘se necesitan dos para bailar el tango’, y he hecho todo para abrazar el baile, tanto en sentido literal como figurado, mientras construimos una sociedad más fuerte y una relación más dinámica entre Argentina y Estados Unidos”, continuó.
Y cerró su sentida despedida: “Argentina, tu calidez, creatividad y resiliencia me han inspirado todos los días. Nos has recibido con los brazos abiertos y siempre llevaremos tu espíritu con nosotros. Aunque mi misión oficial aquí llega a su fin, mi amor por este país y su gente nunca se desvanecerá”.
“Gracias por todo, nos vemos pronto”, fueron sus últimas palabras, ya reemplazando su formal inglés por un perfecto español.
Stanley arribó al país el 24 de enero de 2022. Recientemente, en una entrevista con Infobae, consideró que su paso por Argentina “es solo un instante” dentro de los más de 200 años de relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
Además, consultado sobre lo que podría significar para la región un acercamiento entre nuestro país y China, fue tajante: “Seguimos siendo el socio natural preferido para Argentina”.
