Detectaron graves irregularidades en la trazabilidad de muestras del Instituto Malbrán durante la pandemia

11:09 | Sábado 25 de Enero de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

La Auditoría General de la Nación (AGN) detectó serias irregularidades en la gestión administrativa, el transporte de muestras y la carga de datos durante la pandemia del COVID-19 en el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Dr. Carlos G. Malbrán, un organismo clave en la vigilancia epidemiológica y el control de enfermedades infecciosas en el país. Según el informe presentado el 22 de enero pasado, las falencias abarcan desde problemas financieros y de infraestructura hasta errores en la manipulación de muestras biológicas y la generación de informes, comprometiendo la capacidad del instituto “para responder eficazmente a emergencias sanitarias”, como en este caso la pandemia mundial del COVID-19, que en la Argentina mató, según los registros oficiales del Ministerio de Salud, a 130.663 personas. Los mismos registros indican que en 2021 “el COVID-19 fue la primera causa de muerte de los argentinos de entre 25 y 74 años”.

En ese sentido, el informe público destaca que “en 2021 la mortalidad estuvo un 26,3 % por encima de lo esperado, lo que corresponde a 89.895 muertes en exceso”. Y agrega: “El mayor exceso de mortalidad tuvo lugar en el primer semestre, cuando se produjo la segunda ola del COVID-19 por la introducción de variantes de mayor transmisibilidad y gravedad”.

Entre los cuestionamientos, los auditores escribieron: “No se pudo constatar que el auditado haya considerado ni evaluado los requisitos necesarios para asegurar la integridad de las muestras y la seguridad de las personas que manipulan el material, antes, durante y después del transporte, así como del público en general, con el posible impacto en la salud pública”. Además, recordaron a las autoridades del Instituto ANLIS-Malbrán que: “En efecto, respecto de la integridad, es necesario atender a la temperatura, las necesidades de conservación, los recipientes especiales y las limitaciones de tiempo de transporte. En cuanto a la seguridad o bioseguridad, los laboratorios que envíen o transporten muestras por aire, mar, tren o carretera entre laboratorios nacionales y locales o entre laboratorios de otros países, deben cumplir con las reglamentaciones diseñadas para tratar los accidentes y derrames en el transporte, y reducir los peligros biológicos. Es por ello que deben asegurar que todo el personal que embale muestras o que conduzca los vehículos de transporte tenga la formación adecuada sobre los procedimientos de seguridad y de buen mantenimiento de las muestras”.

En uno de sus párrafos más destacados, la AGN advirtió: “Las deficiencias estructurales y administrativas detectadas ponen en riesgo su capacidad para responder eficazmente a futuras emergencias sanitarias”.

El informe ya está en manos de las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación para que tomen nota de las falencias y recomendaciones incluidas a lo largo de las 94 carillas del trabajo que abarcó desde el 1 de enero de 2019 hasta el 31 de diciembre de 2021. Antes de ser publicado, la AGN, como es obligatorio, giró los hallazgos a la institución auditada para que emitiera su descargo. En este caso, según quedó consignado en la foja 55, el Malbrán, que está a cargo de Pascual Fidelio, a través de una breve nota fechada el 2 de agosto de 2024 y agregada como Anexo III, expresó que el Instituto Malbrán: “Encuentra acertados los hallazgos realizados y se tomarán en cuenta las recomendaciones, las cuales se consideran pertinentes y razonables en el marco de lo informado”.

Fidelio, quien firma la respuesta, también aseguró: “Tomamos el compromiso de realizar un plan de mejora para implementación en el futuro inmediato”.

De acuerdo con la auditoría de la AGN a la que accedió Infobae, también se detectaron “inconsistencias en el manejo de los fondos destinados a investigaciones y adquisición de insumos”. Estas irregularidades incluyen “demoras en la ejecución de presupuestos y fallas en la rendición de cuentas, lo que afectó el desarrollo de programas esenciales”. Además, se identificaron problemas en la gestión de proyectos de investigación, algunos de los cuales “carecían de un seguimiento adecuado, mientras que otros enfrentaron interrupciones debido a deficiencias administrativas”.

En el ámbito de los recursos humanos, el informe destacó “la falta de capacitación técnica específica y la existencia de vacantes sin cubrir en áreas clave”. Esta situación generó una sobrecarga laboral para el personal existente, impactando negativamente en la calidad del servicio ofrecido por el instituto durante la pandemia del nuevo coronavirus.

El informe de la AGN también subrayó el deterioro de la infraestructura en laboratorios y áreas críticas del Instituto Malbrán, señalando que algunos espacios no cumplen con los estándares necesarios para garantizar condiciones seguras de trabajo. Asimismo, se detectó que equipos esenciales para el diagnóstico y la investigación carecen de mantenimiento o actualizaciones, lo que limita la capacidad operativa del organismo.

Durante la pandemia del COVID-19, el Ministerio de Salud, del cual depende el Malbrán, estuvo a cargo, primero, de Ginés González García y, tras el escándalo del vacunatorio VIP, de Carla Vizzotti.

Uno de los aspectos más preocupantes del informe se refiere al transporte de material biológico y muestras. Según la AGN, el instituto no cuenta con protocolos actualizados ni estandarizados para la manipulación, embalaje y traslado de estos materiales, lo que “incrementa el riesgo de contaminación o deterioro”. Además, se detectaron fallas en la cadena de frío, con “equipos de refrigeración insuficientes o en mal estado, comprometiendo la calidad de las muestras”.

El transporte de muestras también enfrenta problemas logísticos, como demoras significativas en los tiempos de traslado y el uso de vehículos que no cumplen con las condiciones necesarias para garantizar la seguridad del material biológico. A esto se suma la falta de sistemas de registro y trazabilidad, lo que dificulta identificar fallos en el proceso logístico.

La AGN también alertó: “De la documentación aportada por el auditado sobre stock, solicitudes y envíos de cajas de triple envase para bioseguridad, se advierten inconsistencias que pudieron afectar la disponibilidad oportuna en las jurisdicciones de insumos para remisión de muestras biológicas para diagnóstico a los Laboratorios Nacionales de Referencia durante el período auditado”.

La AGN identificó numerosos errores en el registro de muestras y la emisión de informes, “lo que afecta la precisión y confiabilidad de los datos generados” por el instituto. Entre las principales fallas se encuentran la ausencia de un sistema centralizado de gestión de datos, códigos duplicados o mal asignados y demoras en el registro inicial, especialmente durante emergencias sanitarias.

En cuanto a los informes, se detectaron inconsistencias entre los resultados reportados y los datos obtenidos en los análisis de laboratorio, así como la falta de validaciones automáticas en los sistemas empleados. Estas deficiencias generaron retrasos en la emisión de reportes y dificultaron la trazabilidad de los cambios realizados en los mismos.

Las irregularidades detectadas por la AGN tienen un impacto directo en la capacidad del Instituto Malbrán para cumplir su rol estratégico en el sistema de salud pública. El trabajo destaca que durante el período auditado, que abarca de 2019 a 2021, se registraron “errores significativos en la carga de datos relacionados con enfermedades como el SARS-CoV-2, el Hantavirus y el Sarampión-Rubéola”. Por ejemplo, en 2020 se reportaron 729 errores en los registros de SARS-CoV-2, lo que representó el 0,79 % del total, mientras que en 2021 la cifra disminuyó a 250 errores, equivalentes al 1,50 %.

Estas fallas, opinaron los auditores “no solo afectan la confiabilidad de los datos, sino que también limitan la capacidad del instituto para brindar información precisa y oportuna a las autoridades sanitarias, especialmente en contextos críticos como epidemias”.

Para abordar las deficiencias detectadas, la AGN, que es un organismo de control externo que depende técnicamente del Congreso de la Nación Argentina, recomendó una serie de medidas, entre las que destacan:

• La modernización de la infraestructura y los equipos del instituto.
• La implementación de protocolos actualizados para el transporte de material biológico, garantizando el cumplimiento de estándares internacionales.
• La adquisición y mantenimiento de equipos especializados, incluidos sistemas de refrigeración y vehículos adecuados.
• La capacitación continua del personal en áreas técnicas y logísticas.
• La incorporación de sistemas digitales de trazabilidad y gestión de datos, con controles automatizados para evitar errores en los registros y garantizar la coherencia de los informes.

En sus conclusiones, la AGN reconoció: “El Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Dr. Carlos G. Malbrán, que forma parte de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS), desempeña un papel fundamental en la vigilancia epidemiológica de laboratorio en Argentina. Sus funciones incluyen la provisión de diagnósticos referenciales, el control de calidad de procedimientos, el estudio de brotes y la producción de reactivos”.

También destacó: “Durante la pandemia de COVID-19, el instituto llevó a cabo acciones clave como la distribución de más de 1,7 millones de determinaciones PCR para SARS-CoV-2 y la capacitación de personal en todo el país. Sin embargo, las deficiencias estructurales y administrativas detectadas ponen en riesgo su capacidad para responder eficazmente a futuras emergencias sanitarias”.

El informe de la AGN evidencia la necesidad urgente de fortalecer la gestión del Instituto Malbrán mediante inversiones en infraestructura, recursos humanos y tecnología. “Estas mejoras no solo permitirán optimizar su funcionamiento, sino que también garantizarán una respuesta más eficiente y confiable ante los desafíos que plantea la salud pública en Argentina”, concluyeron los auditores de la Auditoría General de la Nación.