El músico repasó su carrera, desde sus inicios en la música urbana, pasando por el momento difícil que vivió a los 30 y la nueva etapa que llegó con sus ya clásicas colaboraciones con distintas artistas.
16:36 | Sábado 07 de Junio de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Si bien hoy el nombre de Emanero y sus reconocidas colaboraciones no salen nunca de las listas de canciones más escuchadas del país, hubo una época en la que todo era bastante distinto.
Federico Giannoni comenzó su carrera a los 17 años como un joven cuya pasión era escribir temas en su habitación, con el sueño de conquistar su lugar en el mundo del hip-hop. Con mucho trabajo y ayuda de amigos, lo logró. Se fue metiendo en la industria y consiguió que miles y miles de personas escucharan lo que tenía para decir.
Sin embargo, con el tiempo, aquel público que lo seguía desde siempre creció, giró su mirada hacia otro lado y la carrera de Emanero, el nombre artístico que había elegido por un chiste que surgió en la escuela secundaria, dejó de crecer.
Ya pasados los 30 años, el artista no se rindió.
Sin buscarlas, las "runflas", sus colaboraciones con artistas de distintos géneros musicales con videoclips en los que se lo ve vestido formal, con su ya característico traje, y ambientados en un bar, lo sacaron a flote.
Una tras otra lo volvieron a meter en la escena musical, incluso superando lo que le era conocido: se instaló en el circuito mainstream, colaboró con nombres como Los Palmeras, La K'onga, Abel Pintos y Antonio Ríos.
Y así llegó su propio momento de brillar. Después de agotar dos Luna Park y dos Movistar Arena en 2024, cantando frente a más de 500 mil personas a lo largo del año, este 2025 se embarcó en la gira El Último Sinvergüenza Tour, que recorre varias provincias de Argentina y culminará en Montevideo, Uruguay, en el mes de agosto.
Emanero se presentará el lunes 9 y martes 10 de junio en el Movistar Arena.Emanero se presentará el lunes 9 y martes 10 de junio en el Movistar Arena.
Sin embargo, antes, se reencontrará con el Movistar Arena este lunes 9 y martes 10 de junio, en los que volverá a darle a su público porteño un repaso por sus mejores canciones.
"Sigo adentro del sueño que no se terminó", confiesa Emanero, en diálogo con Clarín.
-Dos Movistar Arena después de los dos del año pasado... ¿Qué sentís al ver esta respuesta del público? ¿Lo disfrutás o te genera presión?
-El año pasado que fueron los Luna Park y después se le sumaron los Movistar fue una sorpresa para mí. No lo veía como una meta para el 2024. Sentí que era algo que podía llegar, pero mucho más lejano. Me sorprendió bastante y estar repitiendo este año dos Movistar es un sueño. Sigo adentro del sueño que no se terminó. Estoy súper contento. Y lo pude encarar este año ya con la experiencia de haberlo hecho el año pasado, con un poco más de tranquilidad y una sensación de estar trabajando ya para mejorar y para pulir a la perfección todo. Y fue muy lindo también poder llevar lo mismo del Movistar Arena al resto de la gira. Es súper lindo y estoy preparándome muy contento, tratando de cuidarme para estar impecable en cada show y poder darlo todo.
-Los shows del año pasado fueron tremendos, con una larga lista de invitados y una increíble puesta en escena. ¿Qué diferencias va a haber con los de este año?
-La puesta es bastante parecida. Y el tema invitados… mis shows siempre son una plataforma abierta para que todos los que participaron en alguna canción vengan. Por agendas a veces es un poco complicado pero la verdad es que siempre están todos muy predispuestos y son más de los que esperamos. Fue así en los Luna Park, fue así en los Movistar Arena y este año va a ser lo mismo. Cada show intento que tenga alguna sorpresita y que sea distinto a la anterior.
Emanero disfruta de un gran momento.Emanero disfruta de un gran momento.
Géneros, runflas y un público inesperado
Emanero supo hacer de la fusión de estilos una identidad propia.
Ya no es solo ese chico del rap que amaba andar en skate y que rimaba en su cuarto sino que hoy es un artista que puede pasar de una balada a un cuarteto, y de ahí al hip hop más crudo, todo en un mismo show.
-Tus shows tienen algo especial, la gente realmente se suelta. Pasás de bailar una cumbia a emocionarte con un bolero, después al hip-hop... ¿Qué buscás que le pase a la gente en tus shows?
-El tema de los géneros musicales y el show fue algo que siempre tuve en mi cabeza… quería mezclar bien todos esos momentos, no solamente de géneros musicales, sino momentos de mi carrera. Porque he hecho cosas muy distintas, siempre me tomé la música como un juego y siempre me gustó experimentar a la hora de crear canciones y no hacer solamente una cosa. El momento en el que hacía hip hop, he colaborado con bandas de reggae, con bandas de cumbia, con bandas de rock... Y esas son cosas que me fueron quedando. Entonces el show lo armé como fue en mi vida. Cada etapa de mi carrera tiene su momento y queda muy lindo.
-Tus runflas ya se volvieron una marca personal con la que te asociamos. Venís de sacar temas con L-Gante, Luciano Pereyra, Ángela Leiva, Valentino Merlo y muchos más. ¿Cómo se gestan esas fusiones? ¿Arranca con una canción, con una idea...?
-Te cuento, por ejemplo… Bandido era una canción que iba a sacar yo solo y la escuchó FMK, le gustó y se quiso subir. Después la escuchó Rusher y le pasó lo mismo. Y les dejé el espacio para que armen lo que quieran dentro de la canción. Un año y medio después, cuando tuve que hacer Atorrante, fue distinto. Los Palmeras me habían contado en el backstage de un show que les gustaba mi música y que querían hacer conmigo. Entonces me fui al estudio y me puse a escribir algo pensando en Los Palmeras. Y eso se fue repitiendo. Romántiko, la última que lancé con L-Gante, se la mostré a Elián y le pregunté si le gustaba la temática y si le interesaba hacer un verso. Le gustó la canción y al otro día estaba grabando. Y hay otras canciones, como Podés pedirme perdón, que la escribí pensando en Ángela Leiva. A veces escribo pensando en el artista y a veces tengo la canción y se las doy para que pongan algo de ellos y se la adueñen. Me encanta que metan mano en las canciones, genera un sonido distinto que a mí quizás no se me hubiese ocurrido.
Emanero y sus "runflas". Las colaboración con otros artistas ya forman parte de su identidad musical.Emanero y sus "runflas". Las colaboración con otros artistas ya forman parte de su identidad musical.
-Tu carrera empezó en el rap y el hip-hop y hoy hacés música que conecta con públicos muy distintos. ¿Cuándo sentiste que era momento de cambiar?
-No es que cambié de un día para el otro. Lo que me sucedió es que yo como productor y como compositor, en paralelo a mi carrera artística, ya venía escribiendo canciones para otros artistas. Hacía cumbia, reggae, reggaetón… Y muchas veces, para mandárselas, las grababa yo. Y me fui amigando con los distintos géneros musicales. Después, es verdad, pasé de ser mucho más cerrado en el nicho del hip-hop a abrirme un poquito más. Llegó un punto en que ya lo sentía súper natural y un día me salió Bandido, que es un bolero, y no lo vi como algo raro porque ya lo venía haciendo para otros artistas.
-El traje y el estilo de bar que aparece en tus videos y shows sí fueron parte de un cambio de imagen...
-Totalmente. Pasamos al traje porque sentí que acompañaba. El traje nace en Bandido, porque creo que tiene que ver con el bolero, con la música un poco más atemporal. Mi idea de estas canciones es que las escuches hoy, que las escuches dentro de 10 años y que sigan, que envejezcan bien, que no sean canciones ancladas a un sonido y a una época o estética. El traje y la estética de los videos no distrae y permite que se haga más foco en la canción y no tanto en toda la parafernalia que pueda haber alrededor.
Volver a empezar: crisis, reinvención y el poder de persistir
Pocos artistas logran sobrevivir a una caída de popularidad sin cambiar su esencia. Emanero pasó de tener un público adolescente fiel a sentir que ya no lo escuchaban. La pandemia, el paso del tiempo y una industria que se reinventa minuto a minuto lo empujaron a repensarse.
Lo que parecía un estancamiento terminó siendo una pausa necesaria. Fue entonces cuando sus canciones empezaron a resonar más allá del nicho y logró que lo escuchen como si nunca se hubiera ido.
A sus 38 años, el camino le resulta más claro.
-¿Te imaginabas alguna vez que ibas a conectar con mujeres de 40, 50... cuando tu música original quizás era más orientada para un público más juvenil y por lo general más masculino?
-Se sumó un público totalmente nuevo, también inesperado. Yo hice lo que me gustaba, lo que me divertía, lo que sentía que me salía bien en el estudio, y eso conectó con cierta audiencia. Y yo lo tomo súper natural. En mi época anterior tenía un público muy adolescente, de entre 14 y 19 años. Y hoy es un público que sigue estando, pero que se amplió mucho. Vienen a verme chicos jóvenes, gente de entre 20 y 30 y mucha gente de más de 40. Y todos conviven bien adentro del show y eso es muy lindo de ver, porque hay distintas maneras de vivir el show. Tenemos un sector adelante que es el que armamos con mesas, donde ofrecemos una especie de cena show donde podes tomar una copa de vino con amigos, podés estar en una butaca o podes estar en un sector parado, donde vas a saltar un poco más. Cada uno se amolda y arma su show a su manera.
Emanero: "Se me sumó un público totalmente nuevo, inesperado".Emanero: "Se me sumó un público totalmente nuevo, inesperado".
-Tu público había empezado a crecer al comienzo de tu carrera y de golpe se estancó. ¿Qué creés que pasó para que ahora estés en este lugar?
-Los vaivenes de una carrera artística o de una vida son muy difíciles de anticipar, es muy dinámico todo y el mundo de la música y del arte está en constante cambio. La gente cambia a medida que va creciendo y sobre todo yo, que tenía un público de entre 14 y 20 años, que cambia muy rápido. A los 14 quizás escuchás unas cosas y a los 20 escuchás otras, y después otras a los 25. Y son 10 años de carrera para mí, pero es una vida entera para esa persona. Yo creo que después la gente de alguna manera se vuelve a amigar con aquello que escuchó cuando era adolescente y eso hace que uno vuelva a tener a ese público que se le había ido. Y otro poco me parece que es la experimentación, el jugar con muchos ritmos y el mostrarme siempre abierto a colaborar que me ayudó a poder ir permeando en otros públicos y en otras audiencias.
-¿Y qué sentís de que te haya tocado llegar a donde estás hoy a esta edad?
-Me asusta qué hubiese pasado si todo esto me hubiese agarrado a los 20 años. No sé cómo lo hubiese procesado mi cabeza con la experiencia que tenía en ese momento. Por eso me agarro de la sensación de gratitud de que me esté pasando ahora en un momento donde disfruto y encuentro goce en la tranquilidad, y en bajar cambios. Hace que por lo menos lo pueda procesar de una manera mucho más tranquila, me pueda parar a pensar qué es lo que está pasando. Me gusta que me haya agarrado a esta edad. Siento que ahora puedo responder mucho mejor ante el estímulo de lo que hubiese respondido a los 20 años.
-¿En qué lo notas eso?
-En que me hubiese auto-boicoteado a mí mismo sin darme cuenta, porque no me animaba a un montón de cosas a las que hoy sí, como entrevistas y apariciones en la televisión, por ejemplo. Ahora me lanzo a la aventura de ver qué pasa y me permito confundirme.
-¿Qué le dirías a ese chico de 20 años que recién empezaba en su carrera?
-Al de 20 quizás no le diría tanto, le diría más al de 30. Yo ahora tengo 38 y el de 30 fue el que la pasó peor. El de 20 se divirtió mucho y la pasó muy bien con lo que le estaba pasando en ese momento. Le gustaba, lo aceptaba y le parecía acorde a lo que le tenía que estar pasando. El de 30 vivió una bajada y sintió que le iba peor a esa edad que a los 22 o 23. Y más a los 33 o 34, fue un momento difícil… se me sumó la pandemia... Le diría que puede pasar esto, que puede haber estado muy bien antes, que puede haber bajado ahora pero que puede volver a subir muchísimo más de lo que se imagina. Que no se lo tome como que si bajó ya está, sino que puede volver. La vida puede traerte cosas que tenías pensadas para momentos previos más adelante y sorprenderte.
Fama y privacidad: el equilibrio detrás del personaje
La popularidad de Emanero creció después de 20 años de carrera pero, con la masividad, vinieron también las preguntas más íntimas y la exposición constante. Federico, el hombre detrás del traje, sigue siendo reservado y elige qué mostrar y qué no, sin ceder a las presiones.
En una industria que exige visibilidad permanente, él apuesta por el silencio, la familia y la contención como forma de cuidado personal.
Hoy, después de años de mostrarse hermético, Emanero compartió públicamente que está en pareja con Carolina Ponce. Lo hizo como vive todo, con naturalidad, sin vueltas.
Emanero elige qué mostrar y qué no de su vida privda.Emanero elige qué mostrar y qué no de su vida privda.
-Siempre contás que eras muy reservado, muy de encerrarte en lo tuyo. ¿Te costó encontrarte con la fama?
-Fui reservado y sigo siendo reservado. Entiendo que cuando perforás en un lugar más popular artísticamente se empiezan a generar un montón de inquietudes acerca de la persona y las preguntas a veces en las entrevistas dejan de ser tan musicales, como estaba acostumbrado, y se vuelven más personales porque hay como un interés mayor en ver qué hay detrás de la canción o del artista. Trato de ser honesto con lo que me pasa y si me siento incómodo o no tengo ganas de hablar de algo lo hago sin problema. Y tampoco es un cuidado exagerado, pero hay ciertas cosas cotidianas de la vida que me gustan mantenerlas para mí, no tener todo tan expuesto.
-Justamente en los últimos días empezaste a mostrar un poco más de tu relación. ¿Por qué tomaste esa decisión?
-Porque se dio naturalmente. Los últimos casi cuatro o cinco años estuve sin estar en pareja. Entonces, ahora que lo estoy, no tengo problema en mostrarlo para nada y me divierte. Me parece que es lindo, ser transparente me gusta.
Familia, raíces y futuro: el hombre detrás del artista
A pesar del crecimiento profesional, Emanero sigue anclado a lo más básico: su familia.
Con una madre que va a todos sus shows, dos hermanas que lo acompañan desde siempre y un padre que, aunque fallecido, le dejó una herencia emocional y musical imborrable, Federico no pierde el eje.
Esa red íntima lo sostuvo en los momentos más duros y también lo impulsa a proyectar más allá de la música.
Y como todo artista inquieto, no se queda quieto.
Ya tiene en mente nuevos nombres para futuras colaboraciones y piensa en su próximo gran salto: llenar un estadio.
-¿Tu familia forma parte de ese bienestar, tanto personal como en tu carrera?
-Sí, total. Mi familia es muy importante, siempre me apoyaron mucho. Tuve la suerte de tener un hogar en el que me dieron absolutamente todo y yo pude dedicarme a lo que a lo que me gustaba y probar un montón de cosas. Además de que me ayudan en mi carrera artística, también me ayudan en el día a día a no estar todo el tiempo pendiente del proyecto Emanero, les preocupa más saber cómo estoy yo personalmente.
Emanero y el apoyo de su familia, clave en su carrera artística.Emanero y el apoyo de su familia, clave en su carrera artística.
-Sos el único varón entre dos hermanas. ¿Cómo fue crecer rodeado de figuras femeninas? ¿Sentís que te falta la figura de tu papá?
-Crecí con las figuras de mi papá y de mi mamá muy presentes. Mi papá obviamente ya no está conmigo, se fue hace muchos años ya, pero el tiempo que estuvo, que fue muchísimo, estuvo súper presente. Fue el que me inculcó el amor por la música, el amor por la tecnología, que son dos cosas que yo después mezclé como productor y como músico. Y de mi mamá creo que lo que más heredé es la actitud, la manera de ser, me siento muy parecido a ella. Soy reservado, soy callado y mi mamá es bastante así. No soy extrovertido, soy más bien introvertido. Y mis hermanas siempre me han apoyado y han estado muy presentes en mi vida. Siempre fuimos una familia muy unida. Eso también es parte de mi personalidad y de mi vida.
-Hace poco dijiste que te gustaría formar una familia. ¿Te ves bajando un cambio y combinando eso con tu vida de artista?
-Siento que dejé de tenerle un poco de miedo a decir que no porque estoy con mi carrera artística. Creo que hoy se puede ser padre al mismo tiempo que se sigue trabajando. Ya dejé de verlo como algo que tiene que ser una cosa o la otra, y empecé a pensarlo más como algo que puede suceder y creo que se podrían combinar bien los mundos.
-Hablando de artistas... ¿Hay alguien con quien todavía no pudiste colaborar y tenés ganas?
-La verdad que está lleno de artistas en el país y en la región con los que me gustaría colaborar. Con un montón ya he hablado y estamos en la charla para hacer algo. Con otros todavía no me animé. La verdad que todo el espectro musical argentino actual es algo con lo que me gustaría participar. Hay un montón de ídolos populares argentinos que todavía, por suerte, los conservamos, están entre nosotros y siguen activos con los que también me gustaría hacer cosas. De a poco son pequeños sueños que voy cumpliendo. A mí siempre en la música me gustó experimentar. Todo es música y todo es combinable entre sí y siento que podría hacer una canción linda con cada uno de los artistas que están dentro de la industria musical argentina en este momento.
-Cuatro Movistar Arena, ¿todavía te quedan los sueños por cumplir?
-Los Movistar Arena me animaron a poder hacer shows más grandes y a confiar en que con un buen equipo se puede armar un show mucho más lindo. Y el show que estamos haciendo ahora particularmente yo lo veo muy escalable a estadio. Siento que todo lo que es la escenografía podría crecer muchísimo más y podríamos hacer algo más grande en un estadio. Así que en algún momento me encantaría tener el apoyo de un público que me permita hacer un estadio. Es un sueño que me empecé a permitir ver y visualizar después de los Luna Parks y los Movistar.
