Sociedad

Advierten que muchos chicos se ahogan porque los padres se distraen con el celular

En el XII Congreso Internacional de Salvamento Acuático y Socorrismo (CISAS) se puso la lupa sobre el uso excesivo de dispositivos móviles. Los menores de cinco años, los jóvenes de entre 15 y 24, y el género masculino son los más afectados

Domingo 26 de Octubre de 2025

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17:06 | Domingo 26 de Octubre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

El ahogamiento es una causa de muerte silenciosa que, a pesar de ser prevenible, revela datos contundentes en la Argentina: la mayoría de los casos ocurre en menores de cinco años y en jóvenes de entre 15 y 24, especialmente varones. Expertos señalan que actualmente existe una “desensibilización del riesgo” en menores de 30 y que, al mismo tiempo, hay una falta de supervisión adulta sobre niños y adolescentes vinculada al uso excesivo del celular.
 
“Cada siete días en Argentina un chico menor de cuatro años fallece. Y eso es pura y exclusivamente responsabilidad de los padres o los adultos responsables”, dice a Clarín Martín Del Gaiso, quien trabaja hace 31 años como guardavidas en San Bernardo y organiza el Congreso Internacional de Salvamento Acuático y Socorrismo (CISAS).
 
En Mar de Ajó se celebró la nueva edición de este encuentro bajo el lema “La educación como herramienta para la prevención del ahogamiento”, coordinado por la Universidad Atlántida Argentina (UAA). Se reunió a 160 guardavidas y médicos del país y el extranjero para capacitarse con las últimas novedades en socorrismo, salvamento acuático y las nuevas guías de RCP 2025.
 
Ahí se advirtió que el ahogamiento constituye un problema global: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren alrededor de 300.000 personas por esta causa, aunque existen instituciones internacionales que sostienen que la cifra real podría ser entre cuatro y cinco veces mayor, ya que no se incluyen naufragios, migraciones ni suicidios.
 
Cada año, unas 300 mil personas mueren ahogadas en el mundo.
Cada año, unas 300 mil personas mueren ahogadas en el mundo.
En el marco del congreso, los especialistas debatieron sobre los últimos datos estadísticos de defunciones por ahogamiento y sumersiones reportados por la Dirección de Estadísticas e Información en Salud del Ministerio de Salud. De las cifras, pertenecientes a 2023, se desprendió que los menores de cinco años, los jóvenes de entre 15 y 24, y el género masculino son los grupos más afectados.
 
En 2023, hubo 48 muertes por ahogamiento entre menores de cinco y 53 muertes entre jóvenes de 15 a 24. Los casos totales fueron 252: 84% correspondió a varones y el 16% a mujeres.
 
En ahogamientos en jóvenes del rango etario 15-24 hubo un crecimiento de 2022 (39 casos) a 2023 (53). En el caso de los chicos de 0 a 4 años hubo una reducida disminución de 2022 (51) a 2023 (48). Y aunque en líneas generales los casos totales por año muestran una reducción de 2013 (476) a 2023 (252), estos grupos de edad se mantienen como puntos críticos de análisis entre los expertos convocados al congreso.
 
De hecho, durante el mismo se advirtió acerca del uso excesivo de dispositivos móviles, considerado hoy “el principal distractor de los adultos a cargo” en piletas y playas.
 
“La tecnología es un problema que tiene que ver con el cuidado de los padres en todos lados y el mayor distractor hoy es el celular. Un chiquito de ocho años no tiene las mismas capacidades de resistencia que tiene un adulto. Cuando hay una corriente de retorno a un nene lo agarra y va a tratar de respirar y hacer movimientos para mantenerse a flote. No tiene la posibilidad de pedir auxilio porque ingresa el agua por la boca. El ahogamiento es una muerte silenciosa”, comenta Del Gaiso, que también es director de la Diplomatura en Salvamento Acuático de la Universidad Atlántida Argentina.
 
En su experiencia de años como guardavidas, cuando ve a un chico solo es común encontrar al padre distraído, utilizando el celular o escuchando música: “El padre tiene que estar a la distancia de un brazo, no puede estar sentado en la orilla. Pasa lo mismo en las piletas, los padres tienen que hacerse cargo de los chicos. Lamentablemente (el celular) es un elemento que está generando mucha problemática y están dejando de lado a los chiquitos.”
 
“Toda la sociedad tiene que saber las maniobras de RCP", explica Del Gaiso. “Toda la sociedad tiene que saber las maniobras de RCP", explica Del Gaiso.
Con el mundo digital, cuenta Del Gaiso, también surge la viralización de contenidos en redes sociales. Lo que va de la mano con las conductas peligrosas y repetidas en chicos de entre 15 y 24 años. Y añade el “efecto de falsa seguridad”, que se combina con el factor 80/20 (estadísticamente, las muertes por ahogamiento entre varones son muchas más que entre mujeres).
 
“Los varones son más reacios a cumplir reglas, desafían más el peligro, hay una desensibilización del riesgo de los 30 para abajo”, continúa.
 
Por esto, durante el congreso se insistió en la necesidad de reforzar medidas básicas como cercos perimetrales, chalecos salvavidas y la presencia de un adulto responsable en zonas acuáticas. Desde el ámbito médico, especialistas destacaron la importancia de la oxigenoterapia en la atención inmediata de víctimas de hipoxia por accidentes acuáticos.
 
Del Gaiso aclara que no depende de la temporada, ni del lugar (si es en playa, piscina, arroyo, etc.): los ahogamientos ocurren en cualquier contexto y hacer prevención del problema de forma exitosa es todavía un gran desafío.
 
“Es importante entender que siempre hay que ir a lugares con seguridad acuática. Hay que preguntarle al guardavidas cuáles son las zonas de peligro y que significan los códigos de bandera. Si vas a una pileta y vas con tu hijo preguntar en dónde está la parte baja. Y siempre entrar con los niños al agua. No hay que ponerles los bracitos flotadores ni patitos, lo único que recomienda la OMS es ponerles chaleco salvavidas, pero tiene que estar agarrado como arnés a la parte de abajo”, señala.
 
También suma otras recomendaciones a tener en cuenta para cuidados acuáticos, como que las piscinas privadas deben mantenerse siempre cercadas, y que la gente adulta que ingresa al agua debe hacerlo en compañía y con elemento de seguridad: “Toda la sociedad tiene que saber las maniobras de RCP (reanimación cardiopulmonar), hay una ley de RCP que no se cumple, y eso se tiene que enseñar.”
 
Para él, lograr tener información estadística sobre quiénes saben nadar y quiénes no podría ayudar a mejorar la prevención de estas pérdidas evitables. Hasta el momento lo más cercano a eso es una encuesta nacional del Observatorio Social del Deporte en 2023.
 
“Sobre una muestra de 5.458 personas, el 55% dijo que hacía actividad física, pero solo el 15% hacía natación. Y con natación tampoco podemos saber quiénes son específicamente los que saben nadar”, destaca. En el camino por mejorar la información disponible, Del Gaiso agrega que se requiere educación y formación ciudadana, desde programas escolares hasta campañas en medios y redes sociales, de cara a una nueva temporada de verano.
 
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