“No lo dijo para que no pase nada, lo planteó con la necesidad de encontrar una solución al tema del congelamiento de las dietas”, señalaron desde el primer piso del Palacio legislativo.
18:02 | Domingo 22 de Diciembre de 2024 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
“Yo no soy senadora, solo facilito las condiciones para el tratamiento y la discusión de este tema, pero no soy la que toma las decisiones. Entendiendo el esfuerzo inmenso que está haciendo la población, desde lo económico, creo que debemos estar a la altura y por eso deben estar congeladas las dietas de los senadores”, dijo el pasado 12 de noviembre ante los periodistas en el Salón de las Provincias, abriendo de esa manera un tiempo de posibilidades de acuerdos entre los bloques legislativos para tomar una definición respecto de sus dietas legislativas.
El pasado 22 de agosto los senadores suspendieron la vigencia de la resolución y votaron por un desenganche de sus ingresos con el personal legislativo. Además, retrotrajeron cualquier aumento de haberes.
Pero a la resolución que aprobaron en agosto, le pusieron como fecha de caducidad el 31 de diciembre. Como la decisión del Cuerpo fue votada en el recinto, el pedido de la vicepresidenta fue que el mismo recinto mantenga el congelamiento de las dietas, prorrogando la vigencia de la determinación de agosto que finaliza dentro de pocos días.
De ese modo, las dietas de los senadores nacionales no alcanzarían los $9,5 millones. Hoy la dieta del senador es de $7 millones, muy distante de los $2,4 millones que es el ingreso mensual de la vicepresidenta. Sus haberes provienen del Poder Ejecutivo, no del Legislativo.
Los libertarios buscan que las dietas sigan congeladas y reconocen que solo son seis senadores nacionales, una clara minoría, pero intentan persuadir al resto de sus colegas. Los representantes de la bancada que preside Ezequiel Atauche, no solo redactaron un proyecto al respecto, sino que, además, buscaron solicitar una sesión especial antes de terminar este año. Nada se pudo implementar. De allí, las reuniones de este viernes de la vicepresidenta Vilarruel con sus asesores.
En el medio, las críticas que hizo desde la provincia de Tucumán este jueves el presidente Javier Milei, “no nos hemos aumentado el sueldo como sí lo hicieron en la Cámara de Senadores, situación distinta en Diputados, donde Martín Menem (presidente de la Cámara) aplicó una gran cantidad de recortes”.
Las alternativas que trabaja Villarruel
Tras el fracaso de la primera idea libertaria en el Senado, la posibilidad de convocar a una sesión y discutir un nuevo proyecto de resolución, las alternativas que maneja la presidencia de la Cámara Alta son dos: solicitar una nota con la mayor cantidad de bloques parlamentarios que firmen la determinación de mantener congeladas las dietas de los senadores nacionales o que Villarruel firme el mantenimiento del congelamiento de las dietas de los senadores.
Reconocen en el Senado que lo ideal sería que en la primera opción, la nota la firmen la totalidad de los presidentes de bloque, diciéndole a Victoria Villarruel, que ellos interpretan que finaliza el congelamiento, pero que no se les aplique el valor de la dieta al nuevo valor del módulo. La resolución que se adopte sería ratificada por los legisladores en la primera reunión que tengan, en sesiones extraordinarias, si son convocadas por el Poder Ejecutivo, o en la sesión preparatoria, que por reglamento del Senado es la última semana del mes de febrero, previo a la inauguración del período de sesiones ordinarias que será el 1 de marzo.
Esa posibilidad fue conversada con la UCR, La Libertad Avanza, Cambio Federal, de Juan Carlos Romero y Lucila Crexell, y otros bloques. Es una propuesta alternativa en la que se está trabajando y, de no lograr acuerdos, seguirán la semana próxima.
Pero, desde la conducción del Senado, están definiendo la segunda hipótesis. Si no hay acuerdos entre los senadores, podría haber una resolución de manera unilateral de la vicepresidenta Villarruel. Esta busca que la presidenta de la Casa firme el mantenimiento del congelamiento de las dietas de los senadores y que ellos, en la primera ocasión de abrir el recinto, ratifiquen o rechacen la determinación de la conducción del Senado.
Las dietas de la Cámara
El ingreso actual de un senador, sumando la dieta y los gastos de representación, supera los $7 millones. En algunos casos se incrementa por el pago por desarraigo, principalmente en aquellos legisladores del interior del país. Si regresa con su total vigencia la resolución de abril pasado, las dietas parlamentarias en la Cámara Alta alcanzarían los $9,5 millones.