
Confusión y protocolo en el Vera Barros: ingresó golpeado y sospecharon que llevaba droga, pero era comida
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India bombardeó Pakistán durante la noche dejando decenas de civiles muertos. Fue en respuesta a un atentado contra turistas en la Cachemira india.
Miércoles 07 de Mayo de 2025
14:33 | Miércoles 07 de Mayo de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Cachemira es probablemente una de las regiones más lindas del mundo, con las espectaculares montañas del Himalaya y sus ríos pedregosos, en medio de unos bosques verde brillante y una miseria inexplicable. Pero su línea de control, que divide el contencioso de soberanía entre India y Pakistán, lo ha vuelto uno de los lugares más volátiles y peligrosos del planeta.
Por quinta vez desde la “partición” de India y Pakistán, en la madrugada del miércoles estalló la guerra entre ambos países. Dos potencias nucleares que desestabilizan el mundo, en un momento extremadamente difícil.
A la 1 de la mañana y desde su territorio, India lanzó misiles de crucero contra nueve sitios paquistaníes, que ellos consideraron “centros de entrenamiento terrorista de los muyahidines yihadistas musulmanes”, que regularmente atacan en la Cachemira India.
Pakistán lo declaró “un acto de guerra" tras una noche de explosiones en Cachemira y Punjab, donde tienen sus sedes, partidos yihadistas. Atacaron Punjab’s Sialkot, Bahawalpur, Azad Jammu y Cachemira.
Pakistán actuará cuando lo considere conveniente. Pero su situación económica es catastrófica. No puede sostener una guerra prolongada. El primer convocado fue su ministro de finanzas.
Los ataques
Al menos 26 muertos del lado paquistaní y una serie de explosiones despertaron a una población, que se había preparado durante días con víveres, agua y bunker para resistir otro conflicto. Se escuchaba como una poderosa tormenta y afuera, bolas de fuego estallaban en la capital paquistaní de Cachemira. Era la 1 de la mañana.
En Muzaffarabad, la montañosa capital de la Cachemira administrada por Pakistán, a 32 km de la línea de control, no quedaba un solo turista. Las primeras bombas cayeron sobre la mezquita Bilal, ubicada en la cima de una colina. Todo estaba a oscuras. Solo se veían los reflejos de las explosiones y gente que huía en motocicletas y los clásicos “rickshaw”.
"Estaba profundamente dormido cuando la primera explosión sacudió mi casa", declaró Mohammed Waheed a la BBC. "Salí corriendo a la calle, donde vi a otros haciendo lo mismo. Antes de que pudiéramos siquiera asimilar lo que estaba sucediendo, impactaron más misiles, sembrando el pánico y el caos generalizados", relató.
A medida que la tensión se intensificaba en los últimos días, las autoridades municipales de Muzaffarabad habían preparado la ciudad para ataques aéreos, anticipando un probable ataque de la India.
Los residentes habían preparado búnkeres subterráneos con paredes de barro, reforzados con hormigón. El área es inmensamente pobre y viven un millón y medio de personas. Los que podían, huían.
Se ordenó al departamento de alimentación de la región que almacenara comida para dos meses en caso de emergencia. Se ordenó el cierre de cientos de madrasas (seminarios religiosos) durante al menos 10 días.
Los alumnos viven en esas escuelas coránicas, que podrían ser un blanco. Según funcionarios paquistaníes, el ataque a la mezquita de Muzaffarabad causó la muerte de un niño y heridas a varios más.
En un comunicado, el ejército indio afirmó que los ataques solo tenían como objetivo la "infraestructura terrorista". Sin embargo, Waheed dijo no entender por qué la mezquita había sido atacada. "Era una mezquita callejera normal, donde rezábamos cinco veces al día. Nunca vimos ninguna actividad sospechosa en sus alrededores".
Al menos 26 personas murieron y 46 resultaron heridas en la "Operación Sindoor", según declaró un portavoz militar de Pakistán. Entre los muertos había dos niños, informó la BBC.
El Ejército indio declaró en un comunicado que tres civiles murieron, en bombardeos perpetrados por tropas paquistaníes en la Cachemira administrada por India.
Una masacre como origen
Los ataques se produjeron tras la muerte de 26 personas indias, a manos de militantes yihadistas en la Cachemira, controlada por India, el 22 de abril. Los yihadistas detuvieron a los turistas hindúes y los ejecutaron. Uno a uno, como una represalia religiosa.
Se tiraba de una tirolesa y grabó un ataque terrorista que dejó 26 muertos.
"Hace poco, las Fuerzas Armadas de la India lanzaron la 'Operación Sindoor', atacando la infraestructura terrorista en Pakistán y en Jammu y Cachemira, territorios ocupados por Pakistán, desde donde se han planeado y dirigido ataques terroristas contra India", declaró el ejército indio, en un comunicado a la madrugada.
El gobierno de Delhi afirmó haber "demostrado considerable moderación en la selección de objetivos y el método de ejecución". Un comunicado decía: "Estamos cumpliendo con el compromiso de que los responsables de este ataque rindan cuentas".
La guerra, según Pakistán
Islamabad calificó los ataques como un "acto de guerra".
Ahmed Sharif Chaudhry, portavoz del Ejército de Pakistán, afirmó que varias mezquitas y cuatro bloques de viviendas en diferentes lugares de Pakistán habían sido destruidos. Se reportaron daños en mezquitas de Bahawalpur, ciudad del Punjab, y de Muridke, una localidad cercana a la ciudad oriental de Lahore.
Muhammad Shehbaz Sharif, primer ministro de Pakistán, afirmó que el país “tiene todo el derecho a dar una respuesta adecuada a este acto de guerra impuesto por la India, y se está dando una respuesta adecuada”.
Los dos países se detestan desde que Gran Bretaña los dividió en 1947 por religión. La disputa se origina en la “partición” de la India colonial en 1947, cuando pequeños "estados principescos" semiautónomos en todo el subcontinente se incorporaron a la India o Pakistán.
El maharajá local decidió convertirse en parte de la India, a pesar de que el área tenía una mayoría musulmana. Y pidió ser defendido. Así se inició el conflicto.
Los grupos atacados
Se trata de Lashkar-e-Taiba (LeT) y Jaish-e-Mohammed (JeM), organizaciones paquistaníes designadas como “terroristas” por el Consejo de Seguridad de la ONU y el Reino Unido.
India atribuyó el ataque del mes pasado, que causó la muerte de 26 personas en la Cachemira bajo control indio, a un grupo vinculado a LeT. El grupo tiene su base en Punjab, la provincia más poblada de Pakistán, y se ha centrado en combatir el dominio indio en Cachemira. Fue atacado en su base en Punjab esta madrugada.
La ONU lo acusó de haber llevado a cabo "numerosas operaciones terroristas" desde 1993, incluyendo los atentados de noviembre de 2008 en Bombay, la capital comercial de la India, en los que murieron 166 personas.
Se cree que Muridke, a las afueras de Lahore, la capital de Punjab alberga la sede de 81 hectáreas de organizaciones afiliadas a LeT. India afirma haber atacado Markaz Taiba, de Muridke, un sitio a unos 25 km de la frontera, donde se habían entrenado los atacantes de Bombay.
Pakistán afirma que el grupo ha sido prohibido y neutralizado, y que su fundador, Hafiz Saeed, cumple una condena de 31 años de prisión. Sin embargo, los críticos afirman que el grupo, rebautizado como organización benéfica, mantiene una sólida red en la región.
También con sede en Punjab se encuentra JeM, fundado por Masood Azhar, tras su liberación de prisión en India en 1999.
Pakistán prohibió el grupo en 2002, tras ser culpado, junto con LeT, de un atentado contra el parlamento indio en 2001.El grupo tenía vínculos con Al Qaeda y los talibanes, según el Consejo de Seguridad de la ONU.Se cree que JeM tiene su base en Bahawalpur, ciudad del centro de Pakistán, también en Punjab, que atacó India.
Se ha atribuido la responsabilidad de numerosos atentados suicidas en Cachemira. India afirmó haber atacado el Markaz Subhan Allah de Bahawalpur, sede, según la India, a unos 100 km de la frontera.
Pakistán, un país controlado por militares y servicios secretos
Pakistán asegura que derribó cinco aviones indios. Una afirmación difícil de confirmar porque no hay acceso a Cachemira para la prensa internacional. Las líneas aéreas han frenado los vuelos para no atravesar el espacio aéreo de Pakistán e India. Los aeropuertos están cerrados en Pakistán.
Aun con primer ministro, Pakistán y su seguridad es administrada por los militares y especialmente, por sus temidos servicios secretos (ISIS). Son ellos los que financian los grupos yihadistas, según India, que atacan su territorio. El teniente general Asdim Malik es el actual jefe del poderoso ISIS.
En estas horas, los paquistaníes miran a los militares y no a los políticos. Uniformado y ovacionado por el público, el jefe del ejército pakistaní, en abril, se hizo eco del fundador de la nación al declarar el territorio disputado de Cachemira como la "vena yugular" de Pakistán.
El general Syed Asim Munir declaró ante una convención de pakistaníes en el extranjero que su país "no abandonaría a nuestros hermanos cachemires en la lucha histórica que libran contra la ocupación india".
Fue más allá, afirmando que "somos diferentes a los hindúes" en todos los sentidos. Las declaraciones sobre la importancia de Cachemira son un pilar de la retórica nacionalista de Pakistán.
Las declaraciones, seis días antes de que hombres armados presuntamente islamistas paquistaníes masacraran a 26 turistas, en su mayoría indios, en Pahalgam, fueron condenadas en India como “provocadoras” y “una señal de una postura más agresiva “por parte del ejército paquistaní. Incluso como prueba de que Pakistán estaba vinculado al ataque.
Pakistán negó rotundamente cualquier implicación. Afirmó que décadas de violencia militante en la Cachemira administrada por India son de origen local.
Sin embargo, las tensiones entre ambos países se intensificaron el martes después de que India llevara a cabo ataques aéreos contra "infraestructura terrorista".
"Permítanme decirlo inequívocamente: Pakistán responderá a esto en el momento y lugar que elija. Esta atroz provocación no quedará sin respuesta", declaró un portavoz del ejército pakistaní.
El general que decidirá en Pakistán
El general paquistaní Syed Asim Munir advirtió que cualquier acción de la India contra Pakistán "se enfrentaría a una respuesta rápida, resuelta y contundente".
El general Munir desempeñará un papel vital en la determinación de los próximos pasos, como posiblemente el hombre más poderoso de Pakistán y jefe de una institución que, durante mucho tiempo, ha dictado la política de seguridad a los políticos civiles.
El discreto exjefe de espionaje militar también se encuentra en el primer plano, después de que el ejército dañara su imagen de benevolente protector nacional, al librar una vendetta de tres años contra el popular político Imran Khan.
El famoso ex jugador de cricquet fue expulsado del poder y detenido cuando comenzó a alejarse de los militares. Sus ataques contra los altos mandos han generado una atención indeseada para una institución que prefiere un aura de deferencia.
Este impasse potencialmente le da al general Munir la oportunidad de presentar una vez más al ejército como el defensor respetado de Pakistán
"Como jefe, ha liderado uno de los sentimientos públicos anti-ejército más fuertes en años. Probablemente espera reducirlo mediante los esfuerzos del ejército para ayudar a estabilizar la economía y, más recientemente, para reafirmar la disposición de Pakistán a contraatacar a la India", declaró Michael Kugelman, analista del sur de Asia.
Los analistas también han descrito al general Munir como alguien que adopta una línea más dura con respecto a la política india que el general Qamar Javed Bajwa, su predecesor. El general Munir es hijo de un erudito religioso. Considera el conflicto con la India en términos religiosos.
Dos potencias nucleares
Los dos archirrivales, con armas nucleares, se encuentran en su peor enfrentamiento en años.
El ejército paquistaní anunció la prueba de un misil tierra-tierra de la serie Fatah, con un alcance de 120 kilómetros, dos días después del lanzamiento exitoso de un misil balístico Abdali de 450 kilómetros.
Shehbaz Sharif, primer ministro de Pakistán afirmó que la prueba "dejó claro que la defensa de Pakistán está en buenas manos".
“India está lista para tomar represalias si Pakistán intensifica la situación", declaró India a China el miércoles, tras la Operación Sindoor.
"La NSA informó a sus pares sobre las medidas adoptadas y el método de ejecución, que fue mesurado, moderado y sin escaladas. Enfatizó que India no tenía intención de intensificar la situación. Pero que estaba preparada para tomar represalias con firmeza si Pakistán decidía hacerlo", declaró un funcionario.
Todos están intentando mediar. Gran Bretaña y su canciller David Lamy fueron los primeros.
“He dejado claro a mis pares en India y Pakistán que, si la situación se intensifica aún más, nadie saldrá ganando. El Reino Unido condenó con firmeza el terrible atentado terrorista en Pahalgam el mes pasado. Necesitamos que todas las partes trabajen con urgencia para restablecer la estabilidad regional y garantizar la protección de los civiles” dijo Lamy frente al Parlamento británico.
Irán llegó a Paquistán para mediar. El canciller iraní Abbas Araghchi instó a la moderación a su llegada a Islamabad para mediar entre los países vecinos. Rusia afirmó estar observando los acontecimientos con gran preocupación al igual que China.
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