El Gobierno impulsa un régimen para que las provincias regularicen sus deudas con la Nación

17:05 | Jueves 31 de Octubre de 2024 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

En un contexto de ajuste fiscal, el Gobierno nacional, liderado por Luis Caputo, anunció este jueves un nuevo régimen de regularización de deudas para las provincias. El objetivo principal de este plan es «ordenar las cuentas provinciales» y permitir que cada provincia negocie la cancelación de deudas y compensaciones a través de créditos con el Estado nacional, en un intento por abordar las tensiones financieras entre Nación y provincias.

El vocero presidencial informó que el decreto saldrá este viernes y establece que las provincias tendrán un plazo de 30 días hábiles administrativos para manifestar su adhesión al régimen. En caso de adherirse, deberán presentar la documentación que respalde la legitimidad de las deudas propuestas y contar con informes técnicos y jurídicos, en un período máximo de 60 días. Este régimen incluye compensaciones, conciliaciones y otras transacciones financieras que faciliten la cancelación de obligaciones, lo cual, según expertos, podría abrir la puerta para rediscutir la coparticipación federal de impuestos.

«La idea es terminar con un modelo injusto y extorsivo que muchas provincias han venido padeciendo», expresó Caputo en un comunicado oficial. La medida también contempla el cierre de sedes del Banco Nación en aquellas localidades donde gobernadores o intendentes hayan elevado impuestos y tasas, un paso que el Gobierno considera necesario para «sanear» las finanzas públicas.

Sin embargo, el anuncio ha generado reacciones dispares entre los gobernadores, que aguardan la publicación del decreto para conocer en profundidad la «letra chica». Algunos gobernadores ya expresaron su desconfianza y manifestaron que el régimen podría representar una estrategia del Gobierno para evitar pagos en favor de las provincias.

Por otro lado, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) evaluó positivamente el anuncio, destacando que podría permitir avanzar en una discusión de coparticipación federal «intensa y compleja». En septiembre, el sector público nacional logró un superávit financiero impulsado principalmente por la caída en el gasto, con recortes significativos en transferencias de capital y otros gastos corrientes a las provincias.

El régimen se perfila como un intento de Caputo y el Ejecutivo de avanzar en la reorganización fiscal entre Nación y provincias, pero su implementación y el consenso político que logre será fundamental para su éxito.