21:01 | Jueves 31 de Octubre de 2024 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Al profundizar sobre la interna, habló sobre el vínculo con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y compartió su “dolor” ante su no pronunciamiento sobre el futuro del partido. “Para Axel no puede ser lo mismo que Quintela o Cristina sean los presidentes del PJ”, subrayó.
Por último, compartió su diagnóstico sobre cómo llegará el gobierno de Javier Mile a su primer año de gestión: “El futuro que tenemos por delante en el corto plazo es muy beneficioso para los grupos económicos, pero en el mediano y largo plazo para la gente va a ser muy lamentable”.
Periodista: En las últimas semanas se viene hablando de la interna del peronismo y a muchos les cuesta entender lo que está pasando. ¿Cuál es el origen de este conflicto?
Oscar Parrilli: En primer lugar tenemos la elección interna del Partido Justicialista (PJ) porque se cumplen los plazos que se fijaron en marzo para normalizar el partido. Nosotros proponemos a Cristina Fernández de Kirchner como presidenta del PJ, ella aceptó esa postulación, porque nosotros percibimos que cuando hablábamos de que había que normalizar el partido gobernadores, intendentes, concejales, diputados, senadores afiliados, planteaban “Cristina tiene que ser presidenta”, porque veían en Cristina la figura de alguien que podía ordenar un poco el peronismo, este peronismo medio torcido como ella misma lo describió, desordenado, que está como un barrilete sin cola, donde cada dirigente provincial hace lo que quiere, algunos apoyan al gobierno de Milei, otros se van con Macri, otros hacen oposición, entonces era necesario ordenar eso, por eso nosotros propusimos la candidatura de Cristina. Ella aceptó y en la última carta que hizo plantea que en realidad lo hace pensando en los jóvenes, pensando que no podemos dejar un peronismo en este grado de desorganización, desorientación y, fundamentalmente, de propuesta política absolutamente insulsa, sin ningún sentido. Esperamos el pronunciamiento de todos aquellos que formamos parte de este espacio. Axel eligió no pronunciarse y la verdad que nos causa dolor porque pensamos que para Axel no puede ser lo mismo que Quintela o Cristina sean los presidentes del PJ. Es más, desde su vocación de ser Presidente de la Nación en el 2027, obviamente que le va a convenir mucho más que Cristina sea la presidenta del PJ y no Ricardo Quintela.
P: ¿Las diferencias son de poder, de ideas, metodológicas?
OP: Axel es el que debe contar por qué no se expresa. En algunos casos hay cuestiones personales, en algunos tiene que ver con el poder a ver quién en definitiva termina conduciendo y después también hay diferencias políticas. Cristina ha planteado que tenemos un peronismo torcido, tenemos que ordenarlo. A esa consigna que nosotros siempre tuvimos ‘donde hay una necesidad, hay un derecho’, hay que agregarle que además que debe haber una responsabilidad, porque si no eso se transforma en un privilegio. Nosotros apoyamos el Estado presente, pero tiene que ser un Estado eficiente. Cristina viene planteando que el principal problema que tiene la Argentina es la deuda externa, la economía bimonetaria y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y son esos los temas que tenemos que discutir. El año que viene hay que pagar, solamente de intereses, 9.400 millones de dólares, además de 10.000 millones que a lo mejor se refinancia de capital. También está la cuestión tarifaria. Hoy nos quieren hacer creer que estaban atrasadas y es mentira. Las tarifas aumentan por la devaluación que hizo Milei del dólar y porque las tarifas están en dólares y el 70% de la energía que consumimos hoy son contratos que firmó Macri en dólares y que lamentablemente nosotros los cuatro años no derogamos. Y La política social. Nosotros nunca estuvimos de acuerdo con la política social primero que hizo Macri y su ministra en el 2016 y que después lamentablemente continuó durante nuestro gobierno. Estos temas estructurales son los que tenemos que discutir para ver realmente cuál es el peronismo que queremos y cuál es el peronismo que le vamos a ofrecer en el 2027 a los argentinos.
P: La conducción de CFK en el PJ ¿implica encabezar la conducción de un proyecto a nivel nacional?
OP: Yo no sé si será candidata o no, lo que sí tengo claro es que debe conducir este proceso. Yo creo que hay una intención del gobierno de Milei, de los grupos económicos, del macrismo, la quieren muerta o presa, no la pudieron matar. Fue clarito el titular del diario Clarín “la bala que no salió y el fallo que sí saldrá”. Ahora la semana que viene van a condenarla, quieren sacar una ley para proscribirla y lamentablemente, no sé si consciente o inconscientemente, ahora Quintela le entrega en la mano al gobierno el Partido Justicialista para que ya Cristina no solamente esté condenada, sino además ni siquiera sea presidente del PJ porque estamos en manos de Servini que obviamente va a hacer lo que el Gobierno le diga. El hecho de si Cristina va a ser o no candidata, no lo sé, el tiempo lo dirá, pero lo que sí tengo claro que ella tiene que ser quien conduzca el proceso para tener un peronismo que fundamentalmente le signifique algo a los jóvenes, los entusiasme, los vuelva a enamorar, vuelvan a tener esperanzas en la política, cosa que hoy claramente no ocurre.
P: Es una interna muy atravesada por lo personal. En una reciente nota Máximo Kirchner planteó que Cristina tenía una debilidad por Axel. ¿Hay algún lugar para encontrar la síntesis?
OP: Cristina ha dado muestra a través de la historia que no tiene rencores, que no la mueve ningún odio y que sabe olvidar. No te olvides que lo propuso de candidato a presidente a Alberto después de que Alberto había dicho todas las cosas que dijo de ella y de todos nosotros. Apoyó la fórmula de Scioli y de Sergio Massa cuando todo el peronismo propuso esas fórmulas sin que ni Massa ni Scioli hayan tenido gestos con ella. En ese sentido, creo que ha dado muestras más que suficientes que no la mueve ningún rencor ni ningún odio.
P: ¿Hay posibilidad de un encuentro con Axel?
OP: Siempre hay posibilidades. Nosotros creemos en la unidad con identidad, una identidad con ideas, con propuestas, porque la unidad por la unidad en sí misma no sirve. En las elecciones pasadas fuimos unidos y perdimos, es decir, la unidad no es garantía de triunfo, depende qué unidad, porque si es la unidad para repartir cargos no sirve para nada. La gente termina en repudio y rechazo y yo creo que está bien cuando la gente hace eso. Si es una unidad que tiene concepción, que tiene idea, que tiene propuestas y que además fundamentalmente no solamente lo dice, sino que después cuando llega el momento lo hace, eso es lo que en definitiva convoca. Sobre todo a los jóvenes, los enamora y los entusiasma para hacer política y para ser parte de un proceso que es lo que fuimos todos. Yo soy parte, igual que Cristina, que Néstor, de una generación que empezamos en la política con una ilusión, con una esperanza, que era el ‘Luche y vuelve’ con Perón. No buscábamos cargos ni afiliaciones, despreciábamos a los compañeros que querían ser concejales o diputados. Nosotros entendíamos la militancia como un compromiso con la gente, con la sociedad y trabajar y militar por una idea, por principios y no en busca de cargos.
"La unidad por la unidad en sí misma no sirve", advirtió Parrilli.
P: ¿Hoy hay muchos que buscan cargos?
OP: Sí, lamentablemente. Hay muchos que se confunden y creen que la política es tener un cargo. Yo en mi historia política perdí más elecciones de las que gané, siempre hice política y estuve más de 10 años sin ningún cargo, ni partidario ni político, y sin embargo hacía política, tenía mi actividad privada, y me dedicaba a organizarnos, hablar y así fue como comencé con Néstor Kirchner en el 99.
P: A la hora de plantearse como alternativa ¿hoy hay ideas, se está pensando en un programa?
OP: Hay compañeros muy leales, hay compañeros muy comprometidos que tienen claro y también hay oportunistas, sobre todo cuando uno gobierna viene de todo, lo bueno y lo malo, a veces es difícil separarlo. Que nosotros en el 2015 hayamos perdido las elecciones nos sirvió también para que los melones que se tenían que caer del carro se cayeran, aquellos que habían llegado por un cargo, por un negocio, por el oportunismo y todo lo demás se fueron rápidamente.
P: ¿Hay margen para construir un frente un poco más amplio?
OP: Depende para qué y depende de nosotros. No tenemos problema en apoyar leyes o proyectos que estemos de acuerdo. La Ley de Blanqueo la votamos unánimemente por ejemplo, porque más allá de que los blanqueos tienen esa cuestión ética, si corresponde o no, todo gobierno tiene derecho a tenerlo. En su momento lo tuvo Macri y hoy lo está teniendo Milei y la votamos. También votamos la ley de regularización impositiva porque creemos y no tenemos ningún problema en acordar con sectores políticos diferentes a nosotros en temas puntuales. Lo que queremos hacer es debatir. Eso es decir, ¿qué vamos a hacer con la deuda? ¿qué vamos a hacer con las tarifas? ¿qué vamos a hacer con los planes sociales? ¿qué vamos a hacer con la ciencia y la tecnología? ¿qué vamos a hacer con la obra pública? ¿qué vamos a hacer con los satélites? Si nos ponemos de acuerdo con eso, con alguien de Milei o de Macri o de los radicales, ¿qué problema hay? Lo fundamental es que uno sea coherente y que sea consciente de las cosas que está haciendo y de lo que está proponiendo.
P: Diciembre es un mes intenso para nuestro país. ¿Cómo se llega este año?
OP: El Gobierno está teniendo un veranito financiero producto del blanqueo, producto de que los grupos económicos le están facilitando los dólares para mantener una cierta estabilidad porque están haciendo unos negocios impresionantes. Salió un informe del CEPA que dice que la rentabilidad de los principales grupos económicos energéticos, servicios públicos, financieros, de alimentos, de medicamentos, sector de la energía, de la minería, si vos comparas los balances del 2024 con relación al 2023 del primer semestre quintuplicaron sus ganancias en medio de una recesión, en medio del menor consumo. Hay un veranito financiero y económico para el Gobierno pero hay un invierno muy pesado en la gente. La recesión es muy fuerte, la baja de los salarios, la baja no solamente a las jubilaciones, los planes que tienen que ver con la universidad pública y, aunque haya algún sector que eventualmente pueda tener una rentabilidad, el 70% del PBI es mercado interno y si el mercado interno se viene abajo como un tobogán vamos mal. Este veranito financiero va a durar como duró con Macri, hasta que los grupos económicos digan ‘Gracias, ya te usamos Milei, ahora te tiramos y nos llevamos la plata y nos vamos afuera’ y va a venir el desastre como vino también en su momento con Alfonsín, le pasó después a De la Rúa, le pasó a Macri, le va a pasar a Milei también. El futuro que tenemos por delante en el corto plazo es muy beneficioso para esos grupos económicos, pero en el mediano y largo plazo para la gente va a ser muy lamentable.
"El Gobierno tiene un veranito financiero producto del blanqueo y los grupos económicos", sostuvo el senador.
P: En este contexto, ¿hay lugar para la discusión de la interna?
OP: Este es el momento para dar esas discusiones. Yo escucho a algunos dirigentes que dicen ‘no es momento de internas’. El año que viene vamos a estar peor económicamente ¿y entonces no tenemos que votar con ese argumento? Con ese argumento en realidad solamente se podría haber hecho democracia y elecciones internas en el periodo de los gobiernos de Néstor y Cristina que la economía anduvo bien, hubo menos desempleo, menos de pobreza, menos indigencia, salario real, aumento de las exportaciones, riesgo país por debajo, bajó la deuda externa, todos los índices fueron positivos. Ese argumento de que no es el momento es un argumento que me llama como a lavarse las manos, a no querer pronunciarse sobre una situación. Los momentos electorales en la democracia no están fijados de acuerdo a cómo está la situación económica. Yo creo que es un argumento muy endeble, muy flojo, no democrático o poco democrático, y que en realidad esconde en aquellos dirigentes que lo dicen el hecho de pronunciarse a favor de quién están, si están a favor de un peronismo con Cristina al frente o de un peronismo en manos de Quintela.
P: ¿Qué representa Cristina como alternativa?
OP: Este lunes estuve en Cultura Co, a 100 kilómetros de la ciudad de Neuquén, inaugurando una escuela secundaria que dependía de la UTN, es la primer escuela secundaria preuniversitaria que tiene la Universidad Tecnológica en todo el país. Es un colegio secundario de excelencia, tiene ya 300 chicos, están en tercer año. Parecía un sueño estar haciendo esto en medio de tanta malaria. Y la gente se acercaba, me mandaba saludos para Cristina, fuerza Cristina. Yo lo que percibo, lo que veo, hay cada vez más sectores que siguen en el territorio, en las localidades, muy expectante con Cristina y con que en el futuro pueda hacer algo.
P: Con la foto de hoy, ¿el peronismo llega unido a las elecciones del año que viene?
OP: No. Además, te reitero, ¿la unidad para qué? la unidad por la unidad en sí misma a mí personalmente no me interesa y no es garantía tampoco de triunfo, porque en definitiva la gente termina viendo que nos unimos los dirigentes para satisfacer nuestras egolatrías, nuestras necesidades o dividirnos los cargos. Si no hay una unidad que sirva, que tenga un proyecto, que tenga un objetivo para mí no sirve.