En medio del partido, las cámaras de televisión captaron un gesto antideportivo de Andrea Giani, entrenador de Francia, cuando su selección perdía.
19:32 | Jueves 18 de Septiembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Argentina y Francia protagonizaron un gran partido en el Mundial de vóley que se disputa en Filipinas. El equipo de Marcelo Méndez logró una victoria histórica por 3-2, resultado que no solo lo clasificó a los octavos de final, sino que también lo dejó como líder invicto del Grupo C.
En contraste, los europeos, favoritos por su doble corona olímpica en 2020 y 2024, quedaron eliminados en la fase inicial. En medio del partido, las cámaras de televisión captaron un gesto insólito de Andrea Giani, entrenador italiano de Francia, que cobró mayor relevancia luego de su actitud con los jugadores argentinos sobre el final del encuentro
El DT hizo una seña a Barthelemy Chinenyeze para que tirara agua al piso con el fin de detener el juego y cortar el impulso argentino. La maniobra fue interpretada como un gesto antideportivo para alterar el desarrollo del encuentro, justo cuando la Albiceleste dominaba.
Mirá el video
El pedido del DT de Francia mientras perdía con Argentina en el Mundial de vóley
El insólito pedido de Andrea Giani tras el triunfo de Argentina
El desenlace fue a pura emoción: Argentina cerró el triunfo en un tiebreak electrizante y desató la euforia de jugadores y cuerpo técnico. Sin embargo, lo que parecía un festejo normal en un certamen de esta magnitud tuvo un inesperado episodio.
Las cámaras mostraron a Giani interponiéndose en medio del grupo argentino y realizando gestos para frenar la celebración. Aunque sus palabras no se escucharon con claridad, quedó evidente que reclamaba “moderación” en la alegría.
Una eliminación inesperada para Francia
El contraste entre ambos equipos fue notorio. Mientras Argentina dio un paso firme hacia la ilusión de pelear por un lugar en las instancias decisivas, Francia se despidió rápidamente de un torneo al que llegaba como potencia. La escena protagonizada por su entrenador terminó de exponer el desconcierto del conjunto galo en un Mundial que resultó muy distinto a lo que imaginaban.