El peronismo analiza su derrota. Qué se dice puertas afuera y dentro de Fuerza Patria. El rol de los intendentes y el reclamo hacia las cúpulas.
19:09 | Lunes 27 de Octubre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
La derrota del peronismo en la provincia de Buenos Aires fue sorpresiva para todos. Recién después de las 19 notaron que iba a ser un resultado muy justo y para las 20 ya hablaban de una derrota. El gobernador Axel Kicillof fue el único que tomó la palabra en público, pero bajo la superficie las diferencias internas recrudecen en un contexto de decepción dentro del espacio, que confiaba en sostener la diferencia de 14 puntos que se había impuesto seis semanas atrás.
Los distintos dirigentes peronistas fueron a votar con entusiasmo. A diferencia de otras derrotas, no había largas colas en las típicas imágenes del dirigente ubicando la boleta en la urna. De hecho, la baja participación —que fue del 67% en todo el país— se percibió como algo que favorecería a la oposición. Pero con el correr de las horas y los resultados de las primeras mesas testigo, el pantallazo pasó a ser otro.
El peronismo perdió votos en casi todos los municipios, en comparación con la elección provincial. Sin embargo, la remontada se explica en buena medida por el crecimiento de los votos de la lista violeta. El 7 de septiembre el peronismo sacó 250.000 votos más que el domingo pasado, según los últimos datos del escrutinio. De esos, 150.000 se explican, en parte, por el “voto extranjero”, que no estuvo presente en la elección bonaerense y que el domingo favoreció notoriamente a Javier Milei.
Este dato sirve tanto para responsabilizar como para quitar culpa a los intendentes peronistas, que tuvieron una participación mucho más determinante en la elección bonaerense que en la del domingo pasado. El malestar de Máximo Kirchner con este sector, que en su mayoría acompaña a Axel Kicillof, quedó al desnudo el domingo por la noche. El gobernador agradeció a los intendentes “por el trabajo realizado” y, en ese momento, el líder de La Cámpora mostró una mueca de claro malestar con ese comentario.
EFE
Vuelva la discusión por el desdoblamiento
Así, una vez más, el peronismo se enreda en la discusión sobre si fue o no una buena decisión la que tomó Kicillof al desdoblar la elección provincial de la nacional. El ala más cercana a la familia Kirchner aún sostiene que no y se lo quiere hacer saber al gobernador. Sin duda, ese desdoblamiento había sido exitoso seis semanas atrás, cuando el peronismo se impuso por 14 puntos en la provincia más grande del país.
La que expuso en público este malestar, sin referirse directamente al gobernador, fue una vez más la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. “El conurbano va a salvar a La Patria y CFK tenía razón (no importa cuándo leas esto). A seguir: con el corazón, y siempre para adelante”.
La respuesta de los intendentes
Los intendentes bonaerenses, que en su mayoría acompañan a Kicillof, también tomaron nota del resultado y apuntan contra los dirigentes nacionales por “no acompañar lo suficiente a la militancia en el territorio”. “Se quedan en discusiones que solo les importan a ellos y no vienen acá a hacer campaña ni a dar las discusiones por los temas que están complicando la vida de las personas”, deslizó a MDZ un intendente que sufrió una dura sangría de votos en su territorio.
El que se animó a ponerlo en palabras fue Gastón Granados, de Ezeiza. “Los dirigentes nacionales tienen que entender que los intendentes somos los que tenemos los votos”, dijo en el búnker municipal que armó en el distrito. En septiembre, el peronismo sacó 60 puntos y el domingo pasado ganó, pero con el 44,8% de los votos, casi 15 puntos menos que seis semanas atrás.
Tal vez el distrito donde más se notó esa diferencia fue en Escobar. El 7 de septiembre, el justicialismo sacó 50,26% y el domingo pasado ganó La Libertad Avanza con el 44% de los votos, y segundo quedó Fuerza Patria con 33,71%. El intendente, Ariel Sujarchuk, también se expresó cerca de la medianoche en redes sociales. Pero no lo hizo para saludar a la militancia, mandar un mensaje hacia la interna ni analizar la derrota, sino para saludar a su hija Oli, que cumplió 15 años.
El peronismo no pudo ganarle a una lista encabezada por un candidato que debió bajarse por su relación con el narcotráfico. Los escándalos de las coimas en Discapacidad, esta vez, no escandalizaron lo suficiente a los votantes. Hacia adentro, la danza de culpas recién empieza. Una fiesta que a Javier Milei le queda cómoda, donde ya no le toca bailar con la más fea.