Guillermo Francos era el único interlocutor político en un gobierno poco acostumbrado al diálogo. Dudas por la falta de interlocutores con los gobernadores.
09:17 | Sábado 01 de Noviembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Guillermo Francos era el hombre dialoguista en un gobierno sin diálogo. El de los buenos modales con un presidente que tiene como uso y costumbre lo contrario. También el vínculo con los gobernadores, mientras las fuerzas del cielo obviaban el federalismo. Francos renunció ante un aparente vacío de poder interno y un cambio de enfoque en Javier Milei tras el resultado electoral del domingo.
Francos deja la jefatura de Gabinete y con él se retira otro dialoguista, el ministro del Interior, Lisandro Catalán, que lideraba un área subestimada por Milei desde el inicio de su gestión. El ahora ex jefe de Gabinete arrastraba uin desgaste enorme, al punto de darlo por “salido” antes de las elecciones. Incluso le habían puesto fecha de vencimiento.
El empoderamiento de Manuel Adorni termina de darle sentido al formato de “acción directa”. El exvocero presidencial es parte del entorno de confianza de los Milei y maneja el lenguaje político a la perfección: directo y agresivo. Fin.
Presidente Javier Milei y Manuel Adorni.
Presidente Javier Milei y Manuel Adorni.
Juan Mateo Aberastain/MDZ
La salida de Guillermo Francos, una sorpresa para los gobernadores
Para los gobernadores es una sorpresa por el recorrido que tuvo Francos hasta ahora. Más aún porque no hay interlocutores ni se han sembrado relaciones de confianza con otros dirigentes. La recepción del jueves, a la que asistieron 20 representantes federales, ya era un gesto que marcaba un cambio de rumbo, pues hasta ahora el Presidente había obviado cualquier contacto formal con los representantes de las provincias. El gesto fue bien recibido, aunque las buenas intenciones no tienen por ahora un mapa de recorrido futuro claro. Los acuerdos del “Pacto de mayo”, grupo que coordina Alfredo Cornejo, son una puerta de entrada. Pero la batalla real está en otro lado.
Será el Congreso donde el Gobierno nacional deba probar su pericia política en la nueva etapa que se inició tras las elecciones, empoderamiento de por medio. Para aprobar las reformas el Presidente tendrá más diputados, pero necesitará ayuda en el Senado. El vínculo con las provincias es clave porque allí todos valen lo mismo, pero el peronismo pesa más.
En el caso de Mendoza, por nombrar uno, el gran gesto que hubo con la provincia fue operativizado por Guillermo Francos. Se trata de la autorización nacional para darle margen discrecional al uso de los 1023 millones de dólares que la Provincia recibió como compensación por los daños de la promoción industrial.