Se detectó en un glaciar de la Antártida ceracano a la Argentina una pérdida de hielo casi 10 veces más rápida de lo medido hasta la fecha; preocupación por la suba del nivel de los océanos
						
							 20:42 | Lunes 03 de Noviembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma 
							
	n grupo de investigadores de los Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Francia registraron un retroceso récord del glaciar Hektoria, en la península antártica. El hielo retrocedió más de ocho kilómetros en solo dos meses, entre noviembre y diciembre de 2022.
	 
	La medición es parte de un estudio que fue publicado ayer en Nature Geoscience. Los autores documentaron que esta llamativa pérdida de hielo sobre tierra en medio de la península antártica ocurrió a un ritmo cerca de 10 veces más veloz de lo observado hasta la fecha.
	 
	Los glaciares apoyados en tierra en regiones polares suelen retroceder no más de unos pocos cientos de metros por año, pero en el caso del Hektoria los científicos han calculado —a través de datos altimétricos sobre el terreno e imágenes satelitales y aéreas— una pérdida de aproximadamente 800 metros al día.
	 
	Según lo difundido por El País, uno de los autores del trabajo subrayó lo llamativo del hallazgo. Se trata de Etienne Berthier, glaciólogo del Laboratorio de Estudios en Geofísica y Oceanografía Espaciales de la Universidad de Toulouse, Francia.
	 
	“Retrocesos tan fuertes y rápidos se pueden ver de forma corriente en plataformas de hielo flotantes, cuando el glaciar termina con una lengua de hielo sobre el mar, donde se forman los icebergs más grandes, pero lo que resulta tan extraordinario aquí es que ha ocurrido con el hielo apoyado sobre el lecho de roca y más de ocho kilómetros en tan solo dos meses para este tipo de glaciares resulta realmente espectacular”, detalló el investigador.
	 
	 
	A diferencia de lo que sucede con el hielo flotante, cuando el deshielo ocurre en tierra y esa agua se dirige directamente al mar, el hecho contribuye a la subida del nivel de los océanos. Es por eso por lo que, afirman los autores, comprender cómo se comportan los glaciares polares y qué factores influyen en su tasa de retroceso es un factor clave para anticipar hasta dónde subirá el agua en las costas de los continentes como consecuencia del calentamiento global.
	 
	Berthier detalla que nunca antes se ha registrado con satélites, aviones u observaciones científicas sobre el terreno una reducción del hielo en tierra del nivel del observado en Hektoria.
	 
	Resalta, de todas formas, que, a partir de los rastros morfológicos dejados por el hielo, se han realizado estimaciones del ritmo de retirada del casquete polar que hace 20.000 años recubría Escandinavia. Estas estimaciones señalan que en ese periodo sí hubo retrocesos de esta magnitud, es decir, de varios cientos de metros al día.
	 
	Hektoria (derecha) y el glaciar Green (izquierda) en febrero de 2024 durante el trabajo de campo en la bahía Larsen B.
	Hektoria (derecha) y el glaciar Green (izquierda) en febrero de 2024 durante el trabajo de campo en la bahía Larsen B.
	NAOMI OCHWAT
	“Esta es la única analogía que conocemos en el pasado de un retroceso tan rápido, pero es importante porque muestra que en periodos de calentamiento muy rápidos pueden producirse inestabilidades de las masas polares con reducciones tan extraordinarias para el hielo posado en el lecho rocoso”, afirmó el glaciólogo francés en diálogo con El País.
	 
	“Una reacción en cadena”
	Los investigadores concluyeron que el llamativo ritmo de deshielo ocurrido en este sector de la Antártida cercano a la Argentina tiene relación con las particularidades físicas de la superficie donde descansa el glaciar Hektoria, por tratarse de un terreno especialmente llano, junto a la costa. Eso provoca que pequeñas variaciones pongan en contacto con el mar una gran superficie de hielo.
	 
	Imágenes del glaciar Hektoria antes y después del retroceso récord de ocho kilómetros en solo dos meses
	Imágenes del glaciar Hektoria antes y después del retroceso récord de ocho kilómetros en solo dos meses
	Berthier detalló, a su vez, cómo todo este proceso también está relacionado con la desintegración de la gigantesca barrera de hielo llamada Larsen B, ocurrida en 2022. El fenómeno, ocurrido hace más de dos décadas, aceleró el deshielo de los glaciares que iban a dar a esta plataforma flotante, pues las barreras gélidas sobre el mar actúan como un corcho de botella que contiene el deshielo que viene de tierra.
	 
	“En el fondo, toda la evolución de esta región antártica está ligada al calentamiento del planeta”, afirmó el glaciólogo, que considera que el colapso de Larsen B y el récord del glaciar Hektoria de ahora forman parte de “una reacción en cadena” causada por el aumento de las temperaturas.
	 
	De los múltiples impactos relacionados con el deshielo de las masas heladas de la Tierra, se considera que la elevación del nivel del mar es la que afecta de manera más generalizada a toda la humanidad. Después del propio calentamiento de los océanos, las demás causas de la subida del agua en el planeta son el derretimiento de los glaciares de montaña y el deshielo de los casquetes de Groenlandia y la Antártida. En estos momentos se cree que cada parte contribuye con más o menos un tercio.